23y12: Dedicada fundamentalmente a sistematizar, recuperar y difundir el patrimonio cinematográfico cubano, tanto su producción fílmica como el universo que le rodea: la cartelística. Además de la cinematografía, la colección apuesta por los audiovisuales dentro de una concepción abierta del arte cubano y, cómo no, de la fotografia. La base de esta colección se establece en la alianza con la Cinemateca de Cuba y, dentro de esta, con el foco puesto en el proyecto enciclopédico “Bitácora de cine cubano”.
El cartel cubano llama dos veces. Sara Vega Miche
La Cinemateca de Cuba y a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo AECID, trae a España el último trabajo de la Cinemateca sobre el cartel cubano, magistralmente editado por Gilberto Padilla y su equipo de Colección G. «Estos carteles de cine cubano perdurarán como expresión de una manera de hacer específica en el contexto de la Isla, y la serigrafía será su sello distintivo en la cartelística mundial. El destino pudiera ser otro, desconocido hoy, aún por escribirse. Ojalá y siempre sea a favor de los carteles».
Bitácora de cine cubano. Tomo 1. La República (1897-1960). Cinemateca de Cuba
Cine silente (ficción & documental) y Cine sonoro (ficción & documental) Esta “Bitácora” detalla lo hecho antes del surgimiento del ICAIC en 1959, y lo posterior producido desde el nacimiento de esta peculiar institución que ya en su nombre de bautizo lleva intrínseca la unión de su propósito más preciado, léase: INSTITUTO CUBANO DEL ARTE e INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICOS. Aquí están detalladas y acompañadas de toda la imaginaría de cada época, todas sus películas, agrupadas por períodos y categorías para conocer el talento aplicado al cine y sus creadores.
Bitácora de cine cubano. Tomo 2. Producción ICAIC (1960-2017). Ficción & animación. Cinemateca de Cuba
Consignada por documentales, ficción, dibujos animados y noticieros, la producción fílmica que se relaciona es asombrosa para la Isla en medio de corrientes tormentosas y, también como el mar, siempre recomenzando. La consideración ganada por el cine cubano, sus creadores e intérpretes, traducida en premios y reconocimientos, denota la pasión puesta en sus afanes creativos. Sorprende el simple hecho de la supervivencia, de una industria que se cuenta entre las más costosas y arriesgadas. Es una experiencia digna, con puntos culminantes en una trayectoria que provoca asombro y reconocimiento hasta en la curva que devela un cierre de parábola, el referido tiempo-bisagra, que requiere imaginación y riesgo.
Bitácora de cine cubano. Tomo 3. Producción ICAIC (1960-1991). Noticiero ICAIC Latinoamericano. Volumen I. Cinemateca de Cuba
Contiene la primera parte de la documentalística insular, con la característica de que allí está, por ejemplo, el Noticiero ICAIC Latinoamericano en sus 1.490 ediciones categorizado por la UNESCO como Memoria del Mundo; y el Tomo IV, que contiene la otra parte de los documentales nacionales.
Los flujos de la imagen. Una década de animación independiente en Cuba (2003 – 2013). Caridad Blanco de la Cruz
Es el primer libro relacionado con la imagen en movimiento que -desde una perspectiva integradora- aborda la animación como arte, y la presenta como puente entre las artes visuales, el universo cinematográfico, la televisión, el mundo del diseño e internet. Con un enfoque que nace en el arte contemporáneo y subvirtiendo la noción ortodoxa que sobrevive con respecto a la animación, este volumen de orientación ensayística, recupera una década de creación audiovisual independiente en Cuba (2003-2013), descubre y analiza los antecedentes de ese proceso, al mismo tiempo que expresa el efecto que tienen en la cultura los nuevos medios y las tecnologías de la información y la comunicación, convirtiéndose en una sugerente cartografía del audiovisual cubano contemporáneo.
Otros títulos de la colección:
Bitácora de cine cubano. Producción ICAIC (1991-2018). Documentales. Volumen II. Cinemateca de Cuba
Bitácora de cine cubano. Producción independiente (1960-2018). Cinemateca de Cuba
Las historias no contadas de los carteles del ICAIC. Sara Vega Miche