Entre el Teatro y la Poesía: Teresa María Rojas

Por James Campbell Jerez

Hurón Azul, Managua, 20 de diciembre de 2020

En el programa de Radio Televisión Martí “Entre nosotros” (16 de noviembre de 2020) el poeta  Orlando González Esteva entrevista a Teresa María Rojas (poeta, actriz y profesora de teatro), cubana como él y, también como él, exiliada. El poeta González Esteva, es amigo personal y de la poeta Rojas y como tal la ayuda en la caza permanente de la palabra precisa que esta autora utiliza para titular sus poemas y/o poemarios. Pero no es un proceso sencillo, confiesa Rojas, pues la palabra precisa, tanto para titular un poema o un poemario la busca, mientras esta la acecha, la acosa; me dice “búscame, búscame o no te dejo respirar”.

Mientras tanto, Rojas se debate entre dos pasiones: el teatro y la poesía. Y en esta dualidad se entrecruzan los acosos inspiradores e iluminantes. Al primero lo define como un amante exigente y cruel que mientras está con él, le brinda la posibilidad de la inspiración poética, misma que se le presenta como el beso del amante efímero, por lo egoísta y acaparador que es el amante del arte escénico.

Teresa María Rojas es la autora del reciente poemario “Ecos de la brevedad”, 70 poemas, la mayoría de ellos inspirados en su hija fallecida, afirmó la autora. Un libro de versos esenciales, habitados por la música y el ritmo propio de todo lo existente, como lo describe la Editorial Hurón Azul, bajo cuyo sello fue publicado.

Para la poeta, actriz y directora teatral cubana, la portada de “Ecos de la brevedad” es la pintura del artista cubano César Santos que Teresa describe como las ondas que deja una piedra cuando se lanza al agua y encima un caracol que mueve el eco y se posa una abeja tratando de entrar por el hueco del caracol. Y es como si ahí viviera la abeja. El autor de la obra pictórica ve a Teresa como una abeja, agregó la poeta.

Para esta amante de la poesía y el teatro, la primera es necesaria en estos tiempos tan turbulentos porque han significado “el gran bastón en mi vida que me ayuda a imaginarme y vivir una vida mejor”. Sin embargo, lo acaparador y desgastante del amante Teatro, le ha alejado de su otro amante, pero que contradictoriamente le sirve de inspiración para su obra poética. Sin embargo, el ser actriz le resulta terapéutico porque interpretar personas es una manera de descansar de una misma.

Entre nosotros: Teresa María Rojas; por Orlando González Esteva

Entrevista a Teresa María Rojas; por Orlando González Esteva

Radio y Televisión Martí

16 de noviembre 2020

Escucha la entrevista en: https://www.radiotelevisionmarti.com/a/277102.html?withmediaplayer=1

Ecos de la brevedad; Teresa María Rojas (Ediciones Hurón Azul, Madrid, 2020)

 

Un libro de poemas de Teresa María Rojas

DIARIO DE CUBA

Miami
Rosie Inguanzo

Jorge Luis Borges, quien nunca escribió una novela, dice: “Yo no sé por qué la gente escribe tanto”.

Borges, para quien la poesía es síntesis, utiliza la palabra riddle, así en inglés, para referirse a ella.

Riddle.

Me gusta cuando se traduce como “acertijo” o “enigma” porque en inglés la definición incluye ingenuidad y juego con el significado.

A Borges le hubieran gustado estos poemas de Teresa María Rojas: lírica, actriz, maestra de muchos.

Porque estos poemas son acertijos, cápsula, conjetura, teorema, canto, crónicas autobiográficas ultra breves.

Como punto de partida propongo dos temas presentes aquí:

1. la orfandad, de la que se desprende un segundo tema:
2. la maternidad enraizada en la muerte —Teresa es huérfana de madre.

La niñez termina cuando somos conscientes de que recordamos, o cuando muere la madre.

La niñita Teresa María quedó varada en la niñez huérfana, que ella insiste en hacerla canto. Porque, no se llame a engaño lector, el paraíso es la niñez, incluso una niñez desgraciada como la suya, o como la mía.

Hay una fotografía fija de la niñita Teresa María en mi mente, donde la huérfana juega para espantar los hechos —en la casa de muñecas de la niñez.

Y desde entonces obran en ella las palabras.

Teresa vive como poeta las 24 horas del día.

Ella me enseñó eso.

Mi Teresa convocaba, entre arroz pollo a la chorrera y plátanos maduros fritos, a Alberto Baeza Flores, Eugenio Florit, Orlando González Esteva (que no son poca cosa), para que oyeran a Rosita leer sus poemas adolescentes.

Me mortifica que en español no existe una palabra para una de las experiencias más desgarradoras que pueda ocurrirle a un ser humano, que es la muerte de un hijo.

Que lo más terrible no se nombre propiamente.

Para la Real Academia Española uno puede quedar huérfano de hijo; pero no es suficiente.

A La Federación Española de Padres de Hijos con Cáncer se le ha ocurrido huérfilo, compuesta por la misma raíz indoeuropea —orbh— (separar, perder, alejar) y “filius”, también del latín, que significa “hijo”.

(Querida Teresa, me atrevo con algo tan personal que me hace daño. Permíteme.)

Nuestra Teresa es huérfila de hija.

En “Rorro” la voz poética es la madre inconclusa:

del pecho roto pozo de sed.

Dice:

aún mece la cuna
la cuna que ya no llora.

También:

y todo en mí es el dolor
como si fueras a nacer.

El poema “Alusión” es un drama fílmico: una mujer va al cementerio y busca una tumba cualquiera:

(… los nombres los devoran también los gusanos del tiempo)

El dolor de la pérdida resuena en el libro como un eco:

Donde sonaba
la vieja cicatriz
la herida abierta.

No es un poemario triste, sin embargo.

En lo anecdótico de estos poemas hay un juego perenne que no es trivialización; si acaso, temeridad lúdica.

Homo ludens.

El juego es una necesidad primaria del ser.

Sigmund Freud ha dicho: “Nunca abandonamos un placer que hemos conocido; lo sustituimos”.

A la niña Teresa María la vida se le ensombreció.

Entonces sustituyó el juego infantil por el retozo verbal. No en balde en inglés nos llaman players a los actores.

Suplir la carencia en el juego.

Para los griegos el juego verbal es ocultación.

Por ello en el fondo de estos juegos poéticos está encapsulada la biografía de la autora.

Poemas como “Yerma” o “Lunch” son breves puestas en escena.

Esta es una escritura performativa.

El placer del juego, apunta Freud, nunca nos abandona. Esa es la respuesta de la especie a la presión social, la norma y al destino implacable —que nos toca. Dice que estamos predeterminados a buscar el placer, rehuir del dolor y encontrarlo.

Homo ludens que ensaya sobre el papel del juego.

La voz poética aquí no teme a los juegos arriesgados:

jugar al pinpón
con los abismos.

Asimismo esta niña grande es muy enamoradiza; retoza entre el amor y los celos.

pero a ti
te amé un libro entero.

Está Dios como compañero de juegos de Teresa María, aventurando nuestras vidas cual fichas sobre el tablero, desatando lo imprevisible:

Dios regaló a la novia el extraño velo nupcial:
la niebla.

Nubóloga eficaz, Teresa lleva una vida mirando hacia arriba; es especialista en “los blancos disparates de las nubes”:

En “Tinta blanca” dice:

Hoy pareciera
que solo salen nubes de mi letra.

Cubana contumaz, hace miles de años que se fue de Cuba y no ha vuelto. (Ah, olvidaba decirles que le tiene fobia a los aviones.) He dicho alguna vez que el exiliado exhibe duplicada orfandad:

Apunta ella:

buscaba un hueco, o una patria donde estar
lo que durará el tiempo.

(Foto de Rosie Iguanzo)

En estos poemas algo que se me pierde. Y es que algo debe quedar perdido para siempre.

Porque hay algo escurridizo en Teresa. Incluso ahora que nuestra venerada maestra se mueve lento, todavía es inaprensible. Y esa cualidad esquiva forma parte de su atractivo.

Cito:

yo
que no me entrego del todo

Cito:

yo, fugitiva
¿A qué hora quedarme para siempre (…)?

Para concluir regresemos al título del libro: Ecos de la brevedad.

O sea, la poética es caja de resonancia.

Teresa parece colocar en el libro-maleta solo lo imprescindible para el viaje.

Quiere ir ligera.

De ahí la insistencia en la ligereza —brevedad que es la destilación de sus temas; por ello Teresa prepara una “maleta de barro” (todo es perecedero), y dentro breviaturas, tweets, premuras, cifra, migaja de pan para hallar el camino de regreso.

En “Rojo duradero”, uy, uno de mis poemas favoritos, queda dicho:

Vino al mundo sin nada
hueso y llanto
se irá trino y ceniza
con los labios pintados
y un retrato del aire.

Y qué tal la retórica:

para decir adiós no siempre es necesario despedirse.

Aquí nos da una clave para abordar esta poesía de la concisión, donde cunden las nubes, el juego y otras cosas intangibles.

Poesía fugitiva.

Díganme si no:

Yo,
que amo con el amor lastimado
de los huérfanos,
y robo algo de todos.
(…)
Yo, que creo
en el espíritu del instante.

Teresa es animista, mira y da vida a las cosas. Aquí hallamos personificaciones varias; de un plumazo: teléfono que muere, brisa que se ahoga, fango que acaricia la orilla, olvido que da caza, aguas traviesas y flor que dice.

Tríadas sin título a veces, con algo del haiku (no en la métrica), en la empatía, la sensibilidad hacia las cosas del mundo (lo otro, lo que no es una).

Para elogiar brevedades no voy a expandirme (más).

“¿Qué tal de resonancia?” pregunta Lezama Lima.

¿Qué tal de resonancia?, nos preguntamos.

Baste decir, que ante tanta economía verbal, no va hallar usted aquí palabras erróneas que degraden el verso o la vida.

Para oír estos ecos en su voz, pongamos la cabeza dentro de la campana de su poesía o bajo la cúpula de su indulgencia.


Teresa María Rojas, Ecos de la brevedad (Hurón Azul, Madrid, 2020).

Rosie Inguanzo presentará el libro de Teresa María Rojas el miércoles 18 de noviembre, 7:30PM (hora Miami), desde el portal de la Feria del Libro de Miami.

Puedes leer la noticia original en Diario de Cuba: https://diariodecuba.com/de-leer/1604594154_26234.html

Teresa María Rojas presenta Ecos de la brevedad en el marco de la Feria del libro de Miami

La obra ECOS DE LA BREVEDAD, es un libro caprichoso que reúne un manojo de versos esenciales y habitados por la música y el ritmo propio de todo lo existente.

En conversación con Rosie Inguanzo.

La presentación de “Ecos de la brevedad” se lanzará el miércoles 18 de noviembre a las 7:30 pm hora de Miami y se transmitirá desde el portal de la Feria www.MiamiBookFairOnline.com/login

Para acceder al portal de la Feria deben entrar a esta página web:  www.miamibookfaironline.com/login  y crear una cuenta con su dirección de email y una contraseña. El programa completo de la Feria se divulgará en esa página a partir del 1 de noviembre.

ECOS DE LA BREVEDAD, poemario de Teresa María Rojas, será presentado en la Feria del Libro de Miami 2020

La FIL Miami 2020

En este extraño 2020, que nos obliga a distanciarnos para seguir celebrando, tenemos el honor de apoyar la presentación de un poemario de Teresa María Rojas en la Feria del Libro de Miami. Aunque sea virtual, esperamos que podáis participar.

El miércoles 18 de noviembre a las 7:30 pm hora de Miami, desde el portal de la Feria www.MiamiBookFairOnline.com será la presentación del último poemario ECOS DE LA BREVEDAD, estaremos con ella, junto a la escritora y amiga ROSIE INGUANZO, que la presentará.

Teresa nos deja este mensaje para vosotr@s: “compartiré algunos versos. Los invito con mucha ilusión”

Para acceder al portal, es necesario registrarse con un email, lo cual pueden hacer desde ahora.

El programa completo de la Feria se divulgará en esa página a partir del 1 de noviembre.

El poemario

La autora profundiza su senda poética que, según el poeta chileno Alberto Baeza Flores, es “de clara luz antillana, de herido paraíso y de recuperado fulgor que no teme ni a lo muy íntimo y secreto, ni a lo muy externo y difuso, porque todo –suma y síntesis de su mundo- le sirve para expresar su personal universo humano hacia el universo de todos”.

La autora

Teresa María Rojas, La Habana, Cuba. Poeta, actriz y directora de teatro. Reside en Miami. Es licenciada en Psicología. Ha publicado Señal en el agua (Época y Ser, Costa Rica); Raíz en el desierto (Suplemento antológico Torre Tavira, Barcelona), La casa de agua (Editorial Playor, Madrid), Campo oscuro y capilla ardiente (Ediciones Universal, Miami), Hierba dura (Torre de Papel, Miami), Los días cercanos (Eriginal Books, 2013) y Ecos de la brevedad (Editorial Las Palmas, Madrid, 2020). Su poesía ha sido incluida en diversas antologías y selecciones como Poesía en éxodo(OCLC); Cinco poetisas cubanasCaballo de fuego y La pérdida y el sueño Antología de poetas cubanos en la Florida (Término Editorial). Fundó y dirigió Teatro Prometeo en el Miami Dade College, el único programa de teatro universitario en español en los Estados Unidos. Ha trabajado en televisión, cine y teatro, siendo reconocida en Cuba, Ecuador, Estados Unidos, España, México y República Dominicana. Ha recibido múltiples distinciones y reconocimientos, entre ellos, el nombramiento de Profesora Emérita del MDC. En Crear fuera de Cuba, Rojas presenta Ecos de la brevedad (Hurón azul), un poemario de vocación intimista y de carácter reflexivo, no exento de notas alegres que se alternan con otras nostálgicas.’

T, esa de ahí arriba.

Altamira Libros, primera librería de Estados Unidos en vender los libros de Ediciones La Palma

A partir de este mes de abril ya se pueden encontrar algunos de los libros de Ediciones La Palma en Altamira Libros, Miami.

El proyecto de su dueño, Carlos Souki, constituye una oportunidad para la comunidad hispanohablante de Miami quien, hasta septiembre pasado, contaba con escasas posibilidades de acudir (caminando, por demás) a una librería de calidad y buenos precios. No será por casualidad que, en mi vuelo de llegada a la ciudad de Miami, una señora argentina cargara, desde Madrid, libros de Camus y Ortega a su anciano padre.

Altamira tiene algunas peculiaridades. Una de ella es su cotidiana relación con escritores latinoamericanos. En la librería trabajan algunos de ellos. Hernán, escritor argentino y profesor de literatura comparada, hace el último turno (hasta las 10 de la noche); y Legna Rodríguez Iglesias, en el turno de la mañana, es el último fichaje de Carlos.

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Altamira, de quien ya antes me había hablado Antonio Ponte (las buenas noticias del libro en español en USA vuelan), está inmersa en el proyecto de vender libros de calidad en español y… a precios de España. Desde ahora, Ediciones La Palma se suma a este gran proyecto de Altamira Libros, mediante su fondo editorial de poesía y narrativa.

Una anécdota: Siempre que nos encontramos con personas que aman los libros suceden cosas extraordinarias; o mejor, conocemos sucesos extraordinarios que acaecieron con los libros. Cuando desde Ediciones La Palma y Cajachina decidimos poner en marcha la edición española de la Colección G., comenzamos con una antología, “Malditos bastardos”, que tuvo buena difusión, principalmente en España. Por causas del azar, unos pocos ejemplares fueron enviados a Nicaragua, más concretamente al Festival de la Poesía de Granada, en 2015, con Elsa López, fundadora de La Palma. Uno de esos libros antológicos fue adquirido en Granada, Nicaragua, por un escritor cubano amigo de Legna. Desde entonces, ese ejemplar de “Malditos bastardos” es uno de los escasos exiliados en USA, tras hacer un complejo viaje desde Madrid, pasando por Granada, para desembarcar en Miami. Con el acuerdo con Altamira Libros, gracias a Ponte y a Legna, ya no estará solo.

Un abrazo a nuestros nuevos amigos y amigas de Altamira Libros.

Altamira Libros: 219 Miracle Mile, Coral Gables, FL 33134

Ediciones La Palma presenta su obra en La Habana y Madrid

Durante esta semana, en las capitales cubana y española, se ha presentado dos de las más recientes obras publicadas por Ediciones La Palma.

El lunes 17 de abril se presentó en la Embajada de España en La Habana, Cuba, la obra del poeta y académico cubano Virgilio López Lemus, “Mural de poesía cubana”, una aproximación a la construcción identitaria desde la poética insular, desde sus orígenes hasta las vanguardias del siglo XX.

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También, este viernes 21 de abril, en el Instituto Europeo de Diseño de Madrid, se ha presentado el libro de la autora de la Cinemateca de Cuba, Sara Vega Miche, “El cartel cubano llama dos veces”, coeditado en diciembre de 2016 por Ediciones La Palma y la AECID, en un intento conjunto de preservar y difundir lo mejor del diseño de las producciones nacionales cubanas desde 1915 hasta 2015.

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Luis Antonio de Villena y Virgilio López Lemus conversan sobre poética cubana, bajo la atenta mirada de Justo Jorge Padrón

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El lunes 5 de enero, en la reluciente librería Juan Rulfo de Madrid (Fernando el Católico 86), el poeta español Luis Antonio de Villena y su homólogo cubano, Virgilio López Lemus, disertaron durante una hora sobre los aspectos más personales de la poesía en sus vidas.

Destacó la presencia del poeta canario Justo Jorge Padrón, quien guarda una antigua amistad con ambos poetas.

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Si bien el autor de “Mural de poesía cubana” optó por encuadrar la poesía seleccionada como itinerario de la conformación de la identidad cubana (antes incluso de la Independencia de la Isla), Luis Antonio prefirió acercar la poesía cubana a su vida y rescatar multitud de viviencias y anécdotas con poetas cubanos, tales como Gastón baquero y otros menos conocidos.

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El momento poético no fue ajeno al político y ocurrieron numerosas alusiones a este último. No obstante, para bien de los presentes, el acto transcurrió en clave fraterna.

Luis Antonio aprovechó para animar a La Palma (y a Virgilio en particular) a editar un segundo volumen de poesía cubana donde se recojan autores (y autoras) que no pudieron ser incluidos en este, nacidos ya en el Siglo XX. Especial mención hizo de poetas como Lezama Lima, Emilio Ballagas, Dulce María Loynaz o el propio Baquero.

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Virgilio enseguida sumó a otros, tales como Cintio Vitier, Carilda Oliver (ayer muchos de nosotros supimos que la autora de “me desordeno, amor, me desordeno” vive en La Habana a sus 93 años), Fina García Marruz, Virgilio Piñera o Nicolás Guillén.

Legna Rodríguez Iglesias: Premio Casa de las Américas de Teatro

DDC | La Habana | 29 Ene 2016

La escritora cubana Legna Rodríguez Iglesias obtuvo el Premio Literario Casa de las Américas en la categoría de Teatro, por Si esto es una tragedia yo soy una bicicleta, una obra sobre la muerte y el poder del amor. El jurado decidió galardonarla —argumentó— porque “invita a puestas en escena posibles y tan diversas como quienes la lean”.

Legna Rodríguez Iglesias, nacida en Camagüey, en 1984, tiene publicado una novela, dos libros de cuentos, un libro de literatura infantil y varios textos de poemas. Algunas muestras de su poesía se encuentran en nuestra sección DE LEER, entre ellas Llovían gatos y perros, La Marlene, 33, 22 y Cuando mando mis poemas a concurso…

Los premios de la institución cultural fueron otorgados anoche en la sede de Casa de las Américas, después de unas intensas jornadas deliberativas repartidas entre La Habana y Cienfuegos, según confirmaron varios medios oficiales, entre ellos Cubadebate.

lenaDe acuerdo con el diario oficial Granma, los jueces de Teatro—el mexicano Alejandro Román Bahena, el brasileño André Carreira, la uruguaya Mariana Percovich, el peruano Luis A. Ramos García y la cubana Fátima Patterson— también repartieron menciones a Subasta (Boceto No. 1 de la serie DíasporA), de Laura Liz Gil Echenique (Cuba), Yelow, Dream Rd., de Rogelio Orizondo (Cuba) y Odisea doble par (Farsa del Imperio), de Mariano Saba (Argentina)

En el apartado de Cuento, fue Ni una sola voz en el cielo, del argentino Ariel Urquiza, la obra premiada por el jurado, compuesto por Pedro Juan Gutiérrez (Cuba), Santiago Gamboa (Colombia), Ana Quiroga (Argentina), Eduardo Lalo (Puerto Rico) y Ramiro Sanchiz (Uruguay).

De las cenizas al texto. Literaturas andinas de las disidencias sexuales en el siglo XX, de Diego Falconí Trávez, de Ecuador, resultó el galardonado de los Premios Casa de las Américas en Ensayo de tema artístico-literario; mientras merecieron menciones las obras A flote. Dos décadas de arte en Cuba, de Mailyn Machado, y Corazones errantes: ¿Dónde está mi mundo?, de Joaquín Borges Triana, ambos de la Isla.

Por segundo año consecutivo en el concurso, el Premio de Estudios sobre las culturas originarias de América recayó esta vez en el colombiano Miguel Rocha Vivas, por Mingas de la palabra. Textualidades oralitegráficas y visiones de cabeza en las oralituras y literaturas indígenas contemporáneas.

Los galardones para la Literatura brasileña y caribeña en francés o creole fueron otorgados a Devotos e Devassos. Representação dos padres e beatas na literatura anticlerical brasileira, de Cristian Santos, Le Bataillon créole (Guerre de 1914-1918), de Raphaël Confiant (Martinica. La mención fue para Guadeloupe ouvre ses ailes froi­sseés, poesía de Ernest Pepin, de Guadalupe.

Los Premios Honoríficos, que desde el 2000 la Casa de las Américas entrega a relevantes obras de autores latinoamericanos o sobre temas de América Latina, consideraron este año libros publicados en español entre los años 2013 y 2014.

En ese sentido, el Premio de poesía José Lezama Lima, fue para Verdad posible, de Eduardo Langagne (México); el de ensayo Ezequiel Martínez Estrada para Cuando lo nuevo conquistó América. Prensa, moda y literatura en el siglo XIX, de Víctor Goldgel (Argentina); y el de narrativa José María Arguedas a Las cenizas del cóndor, de Fernando Butazzoni (Uruguay).

Autores cubanos desde la octava isla: Isliada, 22 de octubre de 2015

Por: Rafael Grillo

Para los que echamos de menos que las editoriales foráneas no se interesen por otros autores cubanos que no sean Pedro Juan Gutiérrez, Zoe Valdés y Leonardo Padura, enterarse de la labor, ya sostenida en el tiempo, por la española Ediciones La Palma a favor de la literatura de la isla grande del Caribe, es una situación muy grata.

En los últimos meses, Isliada ha tenido mucho contacto electrónico con Ignacio Rodríguez, representante de esa editorial radicada en Madrid, y él nos ha puesto en conocimiento de la más reciente Colección Cuba (identificada en página de internet como La Octava Isla) y sus nuevas publicaciones, así como de fructíferas ediciones anteriores y venideras.

Cabe empezar por lo último de lo último, el lanzamiento más fresquito, de septiembre pasado, cuando en un esfuerzo conjunto entre La Palma y Colección G vio la luz No sabe/No contesta, nuevo libro de Legna Rodríguez Iglesias, la autora que en 2011 obtuviera el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar. Según la apasionada nota de contraportada se trata de “un libro neurótico. De hospital. Sus 15 historias son para perder el juicio”. También se le califica de “libro promiscuo”, por la imposibilidad de encasillarlo en las etiquetas al uso de “cuentos”, “novela”’ o “poemario”.

No es la primera vez que Legna pasa por el catálogo de este proyecto, ni tampoco el primer volumen salido de este esfuerzo combinado. Pues a este volumen 1 le antecedió un número 0, la antología recopilada por Gilberto Padilla y titulada Diez narradores cubanos que no son Pedro Juan Gutiérrez, Zoe Valdés y Leonardo Padura ni…, donde además de la autora nacida en Camagüey, 1984, se incluyó a otros escritores  actuales, y ya multipremiados en certámenes nacionales, de los conocidos dentro de la Generación 0, como Ahmel Echevarría, Jorge E. Lage y Raúl Flores.

Desde febrero de 2014, durante la Feria Internacional del Libro de La Habana, la autóctona Colección G (desprendimiento de la Editorial Cajachina del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso) había pactado este hermanamiento con el sello madrileño para la impresión y distribución en España de esta colección que se sumaría a la Colección Cuba, su predecesora dentro de Ediciones La Palma.

El romance de La Palma con la literatura cubana comenzó, en verdad, desde 1994, cuando su colección Archipiélago publicó una antología de la creación poética cubana en la década del 80 (integraba a autores como Víctor Fowler, Atilio Caballero, Sigfrido Ariel, Antonio José Ponte y Sonia Díaz Corrales). Más tarde, en 1997, fue dentro de la colección Ojo Inmundo que salió Toda esa gente solitaria. 18 cuentos cubanos sobre el sida, un volumen en el que participaron Alexis Díaz Pimienta, Ronaldo Menéndez y Yoss, entre otros.

Ese mismo año acogió la salida del poemario Escrito para borrar. Cuaderno de playa, de Orlando González Esteva; y detrás han conseguido espacio más poetas: Soleida Ríos (El libro roto. Poesía incompleta y desunida , 2003), y Lorenzo García Vega (Erogando trizas donde gotas de lo vario pinto, en 2011, poco antes de su muerte).

Ya en 2013 toma cuerpo la idea de crear una Colección Cuba, cuyo primer lanzamiento sería el Mural de poesía cubana, en 2015, que abarca desde los orígenes hasta el momento vanguardista de esa expresión en la isla y fue coordinado por un experto del nivel de Virgilio López Lemus.

La última apuesta de Colección Cuba está todavía en imprenta y será Cuba: memoria y desolvido, nada menos que una selección de crónicas periodísticas desde el primer viaje de Colón a Cuba hasta la segunda mitad del siglo XX cubano, con textos alegóricos al origen del ferrocarril en Cuba, la memoria de los cines de pueblo, el ajiaco, la toma de La Habana por los ingleses… Quien fraguó ese libro es José Antonio Michelena y cuenta con el sabor adicional de una introducción escrita por el recién galardonado con el Premio Princesa de Asturias, Leonardo Padura.

Puestos al corriente de esta andadura amable y quijotesca de La Palma por los caminos de la literatura cubana, que pareciera contradecir al desdén por nuestras letras mencionado al inicio, sólo resta animarlos a regresar a la rebeldía de Legna Rodríguez y emprender la lectura de No sabe/No contesta.

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