Historia en dos tiempos sale a la luz

Historia en dos tiempos (Ediciones El Drago, Madrid, 2019) es el nº9 de la Colección Cuba, misma colección que estuvo alojada en Ediciones La Palma hasta 2018. Historia en dos tiempos ha sido escrita por Eddy Fernández Llanes y editada por Jorge Carpio (Alamar, te amo).

Eddy fue periodista por más de 30 años. Fue corresponsal de guerra en varios países, entre ellos la Nicaragua Sandinista (la de verdad, la de los 90), así como cubrió diariamente los grandes y cotianos sucesos de la Revolución Cubana.

Historia en dos tiempos está compuesta por dos novelas breves: Huérfano, y Memoria urbana. La primera parte es un testimonio vivencial y ficcionado de la vida del autor en el campo cubano; mientras que la segunda consiste en episódicos intercambios vecinales relativos a la cotidianidad habanera.

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Colección 23y12

Ediciones Hurón Azul (Madrid) lanza la Colección 23y12, dedicada a la cinematografía, fotografía y audiovisual cubanos

Dentro de la colección, iniciada en 2016 en Ediciones La Palma, la cinematografía insular mantine su relevancia al consolidar su alianza con la Cinemateca de Cuba, institución que apadrina el gran proyecto fílmico: “Bitácora de cine cubano”, obra enciclopédica en cinco tomos que recoge todo la producción cinematográfica cubana, desde la República hasta el año 2019. Los libros que ya han sido editados, son:

Tomo 1: La República (1897-1960). Cine silente (ficción & documental) y Cine sonoro (ficción & documental)

Bitácora I

Esta “Bitácora” detalla lo hecho antes del surgimiento del ICAIC en 1959, y lo posterior producido desde el nacimiento de esta peculiar institución que ya en su nombre de bautizo lleva intrínseca la unión de su propósito más preciado, léase: Instituto cubano del ARTE e INDUSTRIA cinematográficos. Aquí están detalladas y acompañadas de toda la imaginaría de cada época, todas sus películas, agrupadas por períodos y categorías para conocer el talento aplicado al cine y sus creadores.

Tomo 2: Producción ICAIC (1960-2012). Volumen I Ficción & animación

Bitácora II

Consignada por documentales, ficción, dibujos animados y noticieros, la producción fílmica que se relaciona es asombrosa para la Isla en medio de corrientes tormentosas y, también como el mar, siempre recomenzando. La consideración ganada por el cine cubano, sus creadores e intérpretes, traducida en premios y reconocimientos, denota la pasión puesta en sus afanes creativos. Sorprende el simple hecho de la supervivencia, de una industria que se cuenta entre las más costosas y arriesgadas. Es una experiencia digna, con puntos culminantes en una trayectoria que provoca asombro y reconocimiento hasta en la curva que devela un cierre de parábola, el referido tiempo-bisagra, que requiere imaginación y riesgo.

Tomo 3: Producción ICAIC (1960-1990). Volumen I Noticiero ICAIC Latinoamericano

Bitácora III

La primera parte de la documentalística insular, con la característica de que allí está, por ejemplo, el Noticiero ICAIC Latinoamericano en sus 1.490 ediciones categorizado por la UNESCO como Memoria del Mundo

El cartel cubano llama dos veces

el cartel cubano

Ediciones La Palma, asociada a la Cinemateca de Cuba y a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo AECID, llevará a las librerías de toda España el último trabajo de la Cinemateca sobre el cartel cubano, magistralmente editado por Gilberto Padilla y su equipo de Colección G. «Estos carteles de cine cubano perdurarán como expresión de una manera de hacer específica en el contexto de la Isla, y la serigrafía será su sello distintivo en la carte- lística mundial. El destino pudiera ser otro, desconocido hoy, aún por escribirse. Ojalá y siempre sea a favor de los carteles».

Los flujos de la imagen. Una década de animación independiente en Cuba (2003 – 2013)

Los flujos

El libro convida a ver la animación de manera inclusiva, comoexpresión que trasciende el cine y que es estudiada desde el arte contemporáneo. El volumen reflexiona sobre el universo audiovisual cubano a partir de una perspectiva inédita, pues perfila –desde lo contextual– un concepto expandido de la animación como imagen temporal, cuyo avance ha sido potenciado por los nuevos medios tecnológicos y por su socialización. Se mapea una zona de la producción simbólica reciente conectada al progreso y a la experimentación con la imagen en movimiento y, amén de destacar la fuerza expresiva del medio, lo define como espacio de comunicación de ideas, narraciones y estados sensoriales. Volviendo sobre la legitimidad de este arte, la ensayista atiende los préstamos que se producen entre distintas disciplinas y subraya el sentido de las formas animadas, así como las consideraciones de orden existencial, político, ético y estético, filosófico, sociológico, cultural y antropológico que dimanan de esa evanescencia capaz de explicar nuestra época mientras alimenta los imaginarios sociales.

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La cinematografía cubana (1897 – 2017) llega a España (y a Cuba) gracias a la cooperación cultural

Dentro de la colección Cuba, Ediciones La Palma, consolida su alianza con la Cinemateca de Cuba.

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Después de la aparición, en 2016, del libro El cartel cubano llama dos veces, coeditado por Ediciones La Palma y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, compendio de la cartelística cubana desde 1915 hasta nuestros días, la Cinemateca ha encargado a Ediciones La Palma que represente su reciente obra en España, denominada: “Bitácora de cine cubano”, un compendio de todo el patrimonio cinematográfico de creación nacional en 4 tomos.

Tomo 1: La República (1897-1960): Cine silente (ficción & documental) y Cine sonoro (ficción & documental)

Tomo 2: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen I: Ficción & animación

Tomo 3: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen II: Noticiero ICAIC Latinoamericano

Tomo 4: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen III: Enciclopedia Popular / Documentales científico-populares / Revistas cinematográficas

Estos volúmenes constituyen la única referencia de su tipo sobre la producción fílmica cubana, desde el cine silente en 1897 hasta la producida por el ICAIC desde su constitución en 1959 hasta el año 2017. El presente proyecto puede entenderse como el producto de décadas de recuperación del patrimonio fílmico cubano, siendo éste la guía o bitácora, entendido como andadura, revisión, ampliación y rectificación. En su origen, la bitácora fue un cajón donde permanecía el libro de ruta para verificaciones constantes de la travesía, era el reservorio del conocimiento. Así debe verse este conjunto de informaciones que detallan un oficio, una afición y un placer comenzado en los albores del cinematógrafo, que fueron los del sigloxx.

ANTECEDENTES DEL PROYECTO: EL CINE CUBANO Y LA CINEMATECA DECUBA

La Cinemateca de Cuba, en años recientes, comenzó a vivir un anhelado programa de restauración y digitalización de toda la producción, cumpliendo así su primer objetivo: preservar la memoria; para cumplimentar inmediatamente su segundo objetivo: el educativo, el de difundir esa memoria, para el enriquecimiento de todos. La “Bitácora” es parte esencial en el logro de este propósito.

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Aquí se reúne la información recuperada de la producción cinematográfica cubana, incluyendo la información complementaria sobre la parte que, hasta el presente, siempre ha faltado: las películas no pertenecientes al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos  (ICAIC)  como  empresa  señera.  Es  una contradicción que solamente explican las circunstancias en que ha trabajado la Cinemateca de Cuba, creada, regida y mantenida por el aparato central de la producción audiovisual cubana durante más de medio siglo.

Las películas que no controlaba, ya fueran institucionales, de grupos o individuales, en el trabajo cinematecario quedaban en el simple archivado de informaciones, reportajes y crónicas periodísticas.  Y  el actual compendio surge, precisamente, en un tiempo-bisagra, período de cambios en que esa otra producción adquiere gravitación. Aceptar el reclamo implica un punto de giro. A no dudarlo, su información constituye una adenda de estos libros.

La trayectoria de la Cinemateca de Cuba refleja la del cine cubano de los inicios, cuando cada proyecto de película equivalía a una empresa y fenecía una vez concluida. El ICAIC dotó a esta Cinemateca con una colección de cine, algo que la define en la consideración de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF).

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Existió un proyecto antecesor, en los años cincuenta, que solo fraguó como activismo de un cine-club, a pesar de aunar talentos jóvenes y valiosos; su principal adversidad fue el desinterés de sucesivas gobernaciones, incapaces de comprender y dar calor a una aspiración de ese tipo.

El instituto de cine fundó una verdadera cinemateca, dirigida por Héctor García Mesa, sujeta a los pálpitos de la industria, su mayor bien y su dificultad suprema. Pulió y reconstruyó filmes, línea en que no tuvo un trabajo de gran relieve. Sí lo alcanzó en la documentación, terreno donde se forjó la presente “Bitácora”. Fue su iniciadora la especialista María Eulalia Douglas, baluarte de muchos años, hasta que llegaron a la convicción de que el ambicioso listado que presentamos requería un trabajo conjunto. El crecimiento del número de colaboradores, como puede verse más adelante, también traduce el rigor de la obra.

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Consignada por documentales, ficción, dibujos animados y noticieros, la producción fílmica que se relaciona es asombrosa para la Isla en medio de corrientes tormentosas y, también como el mar, siempre recomenzando. La consideración ganada por el cine cubano, sus creadores e intérpretes, traducida en premios y reconocimientos, denota la pasión  puesta  en sus afanes creativos.

Sorprende el simple hecho de la supervivencia, de una industria que se cuenta entre las más costosas y arriesgadas. Es una experiencia digna, con puntos culminantes en una trayectoria que provoca asombro y reconocimiento hasta en la curva que devela un cierre de parábola, el referido tiempo-bisagra, que requiere imaginación y riesgo. En ese sentido, aunque demorada, esta Bitácora llega cuando debe llegar.

Contrario a la magnificación que se le otorga en la distancia, el clima tropical no es tan benigno como se piensa, con temperaturas altísimas y supremos grados de humedad, donde la polución más que crecer, se perpetúa. El estado crítico del celuloide cautivo en las bóvedas de la Cinemateca de Cuba llegó a niveles de espanto. Condicionada por los altibajos económicos, no siempre contó con las posibilidades mínimas para salvaguardar en profundidad su colección de películas, resignada a un mantenimiento discreto que, gracias al ICAIC, no le faltó. Pero en los finales años ochenta y en los primeros noventa, con alguna ayuda extranjera, se inició un proceso de revisión y restauración de algunas bóvedas, que no llegaron a climatizar.

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En ese sentido, en diciembre de 2006, la Presidencia de la Junta de Andalucía autorizó a la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales (hoy Instituto Andaluz de las Artes y las Letras) para rehabilitar las catorce bóvedas que resguardan el patrimonio cinematográfico, la reconstrucción en profundidad de las instalaciones, la habilitación de equipos para el control de la temperatura y la humedad relativa, la instalación de sistemas de seguridad contra incendios, estanterías móviles, creación de tres talleres para la revisión y restauración de los materiales fílmicos y la compra e instalación de equipos para el escaneado de películas y otros documentos, más la digitalización de todos los soportes analógicos.

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Debe comprenderse que a los efectos prácticos los vínculos de la Cinemateca con el ICAIC resultan predominantes. Hablamos de 6.485 filmes, películas a 50.000 rollos de películas cubanas y 22.000 de cine internacional, para un total de 72.000 rollos. En la cifra entra la producción anterior a 1959 y toda la del ICAIC, desde su fundación hasta la actualidad. La labor de restauración en las bóvedas de los Archivos Fílmicos y en el Laboratorio y otras dependencias, contribuyó de modo determinante a detener el proceso de deterioro y crear condiciones  óptimas  para  la  conservación  del  patrimonio   cultural   cubano.   El   anhelado programa de restauración, digitalización, difusión cultural y económica referido anteriormente, de la Cinemateca de Cuba y el ICAIC son la base trazada en este libro, “Bitácora del cine cubano”.

LA BITÁCORA DE CINE CUBANO

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Esta “Bitácora” detalla lo hecho antes del surgimiento del ICAIC en 1959, y lo posterior producido desde el nacimiento de esta peculiar institución que ya en su nombre de bautizo lleva intrínseca la unión de su propósito más preciado, léase: Instituto cubano del ARTE e INDUSTRIA cinematográficos. Aquí están detalladas y acompañadas de toda la imaginaría de cada época, todas sus películas, agrupadas por períodos y categorías para conocer el talento aplicado al cine y sus creadores.

La producción silente aparece gracias a la indagación en viejos documentos y en la prensa periódica; de la misma manera que el cine parlante, todo ello forma parte del Tomo I “La República”, piezas previas a la constitución del ICAIC. A los efectos de la cultura cinematográfica ese período tiene gran importancia como herencia de la cultura cinematográfica de todo lo que se produjo después.

Bitácora II

Los siguientes tomos, son el Tomo II: Largometrajes de ficción y animados, que es donde se reúne lo más destacado de la cinematografía cubana de todos los tiempos: las películas del ICAIC, con sus detalles técnicos y algunos de sus carteles.

El Tomo III asume la primera parte de la documentalística insular, con la característica de que allí está el Noticiero ICAIC Latinoamericano en sus 1.490 ediciones, realizado por Santiago Álvarez y categorizado por la UNESCO como Memoria del Mundo.

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El Tomo IV, que contiene la otra parte de los documentales nacionales así como revistas cinematográficas, es el único tomo que no ha salido a la luz. En este momento, las y los especialistas de la Cinemateca de Cuba realizan la labor de documentación previa que permita reconstruir el cierre de su gran obra.

Las autoridades cinematográficas que participan en la obra (ensayos cortos), son: Omar González, Ambrosio Fornet, Luciano Castillo, Joel del Río, Jorge Luis Sánchez, Mario Masvidal, Fernando Pérez, Daniel Díaz Torres, Manuel Pérez, José Galiño, Frank Padrón, Jorge Fiallo, Raúl Rodríguez, Alicia García, Sara Vega, Paul Chaviano, Reynaldo  González,  Mario  Naito, Luis González Nieto, Pablo Pacheco López, entre otros.

Por su notable composición gráfica, así como por la apuesta de su composición, podemos decir que estamos ante un libro – objeto, que trasciende estéticamente su mismo y extraordinario contenido.

SOCIOS DEL PROYECTO

En este proyecto han creído desde el inicio algunas instituciones públicas españolas: En primer lugar, La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que coedita tanto los 3 tomos de la Bitácora como el libro de carteles; en segundo lugar, el Ministerio de Cultura de España, quien coedita la Bitácora III; y finalmente la Filmoteca Canaria, que lo hizo con Bitácora I. Sin estas instituciones, el proyecto no hubiera sido una realidad.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

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Impresión: Digital

Formato: 220x266mm

Interior: Papel 100 gr blanco impreso a una tinta.

Cubierta: Cartulina 30 gr impreso a 4 tintas por una cara con solapas de 100mm con plastificado brillo.

Encuadernación: Rústica cosido hilo.

Número de ejemplares: 500 por cada tomo

 

Pudieron encerrarme en un sanatorio, pero no quitarme la palabra

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Yusimí Rodríguez López | Madrid | 11 de Junio de 2018 – 20:15 CEST

Miguel Ángel Fraga quería ser un intelectual o un promotor cultural, pero su vida cambió en 1992, cuando fue diagnosticado seropositivo y recluido en el sanatorio de Santiago de Las Vegas, en La Habana, conocido como Los Cocos.

Los médicos le pronosticaron cinco o seis años de vida, así que empezó a escribir un diario con la idea de que fuera publicado póstumamente. Su objetivo era que se supiera lo que vivieron las personas en el sanatorio.

Ese diario, terminado en 1997, ha visto la luz 20 años después como novela. Se titula Casa cercada y la ha publicado Ediciones La Palma dentro de la Colección Cuba. Y no es una publicación póstuma. Miguel Ángel Fraga, quien vive en Suecia, la ha presentado en la Feria del Libro de Madrid.

Me equivocaba al suponer que lo reconocería enseguida. Está a años luz del joven serio y tímido cuyos textos se representaban en el Festival de Monólogos de Arroyo Naranjo. Quienes asistíamos en los 90, recordaremos siempre “Nalgas al fondo” y “Gunilla”.

Este Miguel Ángel es un hombre desinhibido y jocoso, conversador, juvenil a sus 52 años, encantado de que el camarero quiera que le firme el ejemplar de su novela y de fotografiarse con él.

Increíblemente, fue en Los Cocos donde se deshizo de inhibiciones, miedos, complejos. “Al entrar al sanatorio, asumí mi homosexualidad. Antes, llevaba una doble vida. Allí tuve que escoger entre estar con los heterosexuales o con los homosexuales”, recuerda en conversación con DIARIO DE CUBA.

“También me liberé de la vergüenza del cuerpo. Nos desnudaban todo el tiempo para investigarnos; había que mostrar las nalgas diariamente porque nos inyectaban interferón”.

Fue también en Los Cocos donde se hizo escritor, aunque ya escribía.

Escribía poesías, cuentecitos, cosas cursis. Nunca estuve en un taller literario. En el sanatorio hablé con otro paciente, que contactó con la Casa de Cultura de Santiago de Las Vegas. Ahí conocimos a Ana María Rojas. Ella contactó con la Casa de Cultura de Arroyo Naranjo y conocimos a Lourdes Zayón, quien me dijo “suelta tus demonios a través de la literatura”.

Cuando empecé a escribir mis vivencias y las que veía a mi alrededor, me hice escritor, porque tomé la literatura en serio, como un arma para enfrentarme a un medio hostil en el que sentía miedo, culpa, vergüenza. No solo escribí sobre el VIH, también cuentos macabros y muy ácidos. Liberé todas las frustraciones por no poder hacer, por sentirme dominado. Podían encerrarme en un sanatorio, pero no quitarme la palabra.

Casa cercada

¿Por qué nuevamente el tema del VIH? ¿no teme ser considerado un escritor monotemático?

Tengo otras cosas, pero a los editores no les interesan. Les resulta más atractivo el tema del sida. Con esta novela pienso que cierro todo cuanto tengo que decir. Ya quiero cerrar este capítulo.

Terminé este diario en 1997 y siempre pensé que se publicaría después de mi muerte. No escribí solo sobre mí; vi enseguida que todas aquellas vidas eran interesantes; la mía, una más.

Cuestiona que el Gobierno haya encerrado a los seropositivos, pero estadísticas sobre el VIH en América Latina entre 1986 y 1996 muestran a Cuba con la incidencia más baja del continente. ¿No justifica eso la reclusión?

Es lo que siempre han dicho. Quizás hubiera menos incidencia, ¿pero dejaron de aparecer casos? Constantemente las personas se infestan con VIH. Si dijéramos que se creó un sanatorio y en cinco años no hubo casos… El sanatorio se creó en 1986 y había unas 50 personas. Yo entré en 1992 y era el paciente número 525. Ya había sanatorios en otras provincias.

¿No fue loable el esfuerzo del Gobierno cubano para proporcionar a los pacientes buena alimentación y condiciones de vida en medio del Período Especial, al punto que muchas personas querían inocularse el virus para estar allí?

Lamentablemente, no. Es injusto sacrificar a la minoría en beneficio de la mayoría. Es lo que hace un sistema socialista. Éramos la minoría: drogadictos, homosexuales, putas. Y, lo que no se decía, soldados cubanos que pelearon en África y fueron los que introdujeron el VIH en Cuba. Entonces, si la mayoría de los infestados eran homosexuales, los soldados también eran homosexuales o bisexuales.

Mantenernos era responsabilidad del Estado por habernos aislado. Como era una enfermedad internacional, y se sabe que hay un enfrentamiento total entre el capitalismo y el socialismo, había que justificar aquello con buena alimentación, medicinas, etc. Teníamos muy buenas condiciones, pero pagábamos un alto precio al estar recluidos.

¿Qué lo ayudó a sobrevivir?

Aceptar mi sexualidad y mi condición de seropositivo. La alegría, todo lo sazonábamos con humor. En el sanatorio había una sala de observación para quienes enfermaban. Si era grave, los llevaban al Instituto Pedro Kourí (IPK), que llamábamos el aeropuerto, porque cuando tomas un avión subes al cielo. A quien se recuperaba y regresaba al sanatorio, le preguntábamos “¿perdiste el vuelo?”.

El sexo, no dejábamos de tenerlo. Estábamos en una clínica y, cuando salíamos de pase, unos acompañantes nos vigilaban para que no tuviéramos relaciones sexuales. Pero en el libro abundan.

Y perdonar, que libera la mente y el cuerpo, sana el alma. No odio a quienes me hicieron daño.

Tras 26 años viviendo con VIH, Miguel Ángel Fraga no se arrepiente de nada. “Todo han sido experiencias”, afirma. Le gustaría que Casa cercada se publicara en Cuba. Ojalá suceda.

http://www.diariodecuba.com/cultura/1528740904_39957.html

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Ediciones La Palma acude a la 77 Feria del Libro de Madrid con 19 títulos de autores cubanos

Madrid, 2 de junio de 2018

[Fotografías de Álvaro Fernández Prieto]

La 77 Feria del libro de Madrid se está caracterizando por un fenómeno: la lluvia. Pese a que, según todas las personas consultadas (en los muchos ratos muertos que esta propició), la lluvia es una visitante típica de la cita madrileña. Sin embargo, los desórdenes climáticos de este año (como saben, se habla de que estamos en la Era del Antropoceno, es decir, un periodo geológico donde los seres humanos incidimos directamente en las condiciones de la Tierra) han sido persistentes e incluso torrenciales. Por ello, hemos visto con pavor, más allá de una merma en el número de visitantes, una afección directa sobre los venerados objetos: los libros, pues estos han adoptado, a nuestro pesar, onduladas formas como efecto del exceso de humedad. En fin, pasemos al asunto referido en el título…

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Aquí tenemos al legendario Mario Base, en una de los pocos momentos en los que ha lucido el sol

Ediciones La Palma, además de ofrecer directamente al público lector (o al menos comprador) las obras de autoras y autores cubanos que publica desde 1994, ha realizado un sprint editorial (con el esforzado concurso de autores, editores, diseñadores e impresores, para quienes tenemos unas palabras de elogio: Miguel Ángel Fraga, Armando de Armas, especialistas de la Cinemateca de Cuba, José Antonio Michelena, Gilberto Padilla, Luis Leonel León, Rafael Lago, Rocío Pérez, etc.) para ofrecer, de momento en exclusiva en la FIL Madrid, 5 nuevos títulos.

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Colección Fugas: Escapados del paraíso (número 0)

Creado por el editor y periodista residente en Miami Luis Leonel León, Fugas es un proyecto editorial independiente dedicado a los autores de la diáspora que escriben, viven y hacen su obra fuera de Cuba, al margen del régimen, pero forman parte de lo mejor de la literatura cubana.

Con esta nueva colección cubana (la tercera, tras G. y Cuba), Ediciones La Palma amplía la mirada de la creación cubana, integrando en ella de forma explícita, a autores que, por sus circunstancias vitales, viven y escriben alejados de los circuitos oficiales de la Isla. Para La Palma solo hay una apuesta: la literaria; o mejor: la buena literatura.

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Fugas es el comienzo de una mirada y un abrazo largamente esperados a los autores cubanos que realizan su obra fuera de la Isla, en las márgenes, en las fisuras, en ese estatus difícilmente definible que es escribir -diría el exiliado José Martí- sin patria pero sin amo y que indistintamente llamamos diáspora o exilio, según el contexto, el año de partida, el compromiso o la interpretación de la herida.

Que esta novela de Armando de Armas sea el número cero de Fugas, no es casual. Más que una profunda causalidad y una metáfora, es una especie de declaración de principios. Amadís, el protagonista y narrador de Escapados del Paraíso, es un autor (personaje-autor o autor-personaje) que decidió vivir y escribir en el exilio, sin patria pero sin amo. No podía ser otro el texto el inaugural.

Colección Cuba: Casa cercada. Diario de un sobreviviente (número 8)

Tras publicar, en 1997, Toda esa gente solitaria. 18 relatos sobre el sida, y tras acaecer la muerte de uno de sus principales valedores, Pepe Fajardo, el pasado año, Ediciones La Palma tuvo la oportunidad, gracias a dos personas que participaron en aquella antología (José Antonio Michelena y Miguel Ángel Fraga), de profundizar y rescatar la difícil (pero también hermosa y, por qué no, absurda) experiencia del sida en Cuba.

Casa cercada

El editor del testimonio, José Antonio Michelena, relata en el prólogo la impresión que recibió durante la primera ocasión que fue al sanatorio “Los Cocos”, acompañado por otros escritores, para participar en una sesión del taller literario, promovido por Pepe Fajardo, que tiempo después nombrarían La Montaña Mágica.

“Asistí con temor y muchas dudas respecto a las personas que vería. En 1993, sida era una palabra maligna y sobre los seropositivos al VIH (sidosos, decían muchos, de manera peyorativa) pesaban los estigmas existentes (…). Sin embargo, bastaron unos minutos de intercambio con los jóvenes presentes para modificar mis pensamientos. Aquellas personas, que escribían poemas o cuentos, o simplemente eran amantes de la literatura, no tenían nada que ver con los estereotipos que nos habían creado y habíamos construido (…). Entre todos los miembros del referido taller literario, el que exhibía mayor talento era Miguel Ángel Fraga. Resultaba evidente que la literatura para él no era mero entretenimiento, no sería una fiebre pasajera. Un cuarto de siglo atrás, aun cuando debía mejorar el dominio de las herramientas expresivas, ya mostraba garra de narrador y poder para emocionar con sus historias conflictivas, nacidas de las entrañas mismas de su existencia…”

Colección Cuba: Bitácora del cine cubano. Tomo 1. La República 1897-1960. Cine silente (ficción & documental) y cine sonoro (ficción & documental) (número 4)

 

Dentro de la colección Cuba, ediciones La Palma, consolida su alianza con la Cinemateca de Cuba, en la persona de su Director, Luciano Castillo. Después de la aparición, en 2016, del libro “El cartel cubano llama dos veces”, cofinanciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, compendio de la cartelística cubana desde 1915 hasta nuestros días, la Cinemateca ha encargado a ediciones La Palma que represente su reciente obra en España, denominada: “Bitácora del cine cubano”, un compendio de todo el patrimonio cinematográfico de creación nacional en 4 tomos.

Estos volúmenes constituyen la única referencia de su tipo sobre la producción fílmica cubana, desde el cine silente en 1897 hasta la producida por el ICAIC desde su constitución en 1959 hasta el año 2017.

portada ICAIC I

La producción silente aparece gracias a la indagación en viejos documentos y en la prensa periódica; de la misma manera que el cine parlante, todo ello forma parte del Tomo I “La República”, piezas previas a la constitución del ICAIC. A los efectos de la cultura cinematográfica ese período tiene gran importancia como herencia de la cultura cinematográfica de todo lo que se produjo después.

Colección Cuba: Bitácora del cine cubano. Tomo 2. Producción ICAIC (1960-2017). Volumen I. Ficción & animación (número 5)

Aquí se reúne la información recuperada de la producción cinematográfica cubana. Esta “Bitácora” detalla lo hecho antes del surgimiento del ICAIC en 1959, y lo posterior producido desde el nacimiento de esta peculiar institución que ya en su nombre de bautizo lleva intrínseca la unión de su propósito más preciado, léase: Instituto cubano del ARTE e INDUSTRIA cinematográficos. Aquí están detalladas y acompañadas de toda la imaginaría de cada época, todas sus películas, agrupadas por períodos y categorías para conocer el talento aplicado al cine y sus creadores

Bitácora II

Colección Cuba: Bitácora del cine cubano. Tomo 3. Producción ICAIC (1960-2017). Volumen II.  Documental (número 6)

En este segundo volumen, sin duda el más orientado a personas especialistas en documentalística, se recoje la documentalística insular, con la característica de que allí está el Noticiero ICAIC Latinoamericano en sus 1.490 ediciones categorizado por la UNESCO como Memoria del Mundo.

Bitácora III

 

Hasta el próximo 10 de junio, Ediciones La Palma distribuye, en exclusiva, estos 5 libros referencia de la cultura cubana con un 10% de descuento. Estamos en la caseta 362 del parque de El Retiro.

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Otros medios que han reseñado, hasta el momento, el desembarco de Ediciones La Palma en la FIL Madrid, son: Diario de Cuba (http://www.diariodecuba.com/cultura/1527005460_39501.html). La Vanguardia (http://www.lavanguardia.com/vida/20180526/443854126992/una-enciclopedia-recupera-por-primera-vez-el-patrimonio-filmico-de-cuba.html), o Martí Notiacias (https://www.martinoticias.com/a/instant%C3%A1neas-libros-cubanos-feria-libro-madrid/177935.html).

Una enciclopedia recupera por primera vez el patrimonio fílmico de Cuba

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La Habana, 26 may (EFE).- Expertos de España y Cuba se han unido para compendiar la primera enciclopedia de la historia del cine del país caribeño, que en cuatro tomos reúne todo el patrimonio cinematográfico de la isla, desde el cine mudo de 1897 hasta la actualidad.

“Bitácora del cine cubano” es “un detallado y exhaustivo compendio” del séptimo arte en Cuba cuya publicación culmina un trabajo de años por parte de “multitud de profesionales”, indica un comunicado remitido a Efe por la editorial responsable del proyecto.

Los cuatro tomos, de los que hasta ahora se han editado tres, incluyen “cientos de fotografías digitalizadas y restauradas, exhaustivas fichas técnicas de cada producción fílmica con sus respectivas sinopsis y toda la imaginería de cada época”, señala la nota.

El primer volumen se titula “La República (1897-1960)” e incluye todas las piezas fílmicas, tanto mudas como sonoras, anteriores a la constitución del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), un periodo “de gran importancia para cuanto se produjo después”.

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“Producciones ICAIC (1960-2012)”, el segundo tomo, reúne todos los largometrajes de ficción y animados desde el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro y hasta hace seis años, mientras que el tercero, “Producciones ICAIC (1960-1990)”, recoge la primera parte de la producción documental de la isla.

En ese tercer volumen se recopilan las 1.490 ediciones del “Noticiero ICAIC Latinoamericano”, inscrito desde 2009 en el Registro Memoria del Mundo de la Unesco como testimonio esencial de los primeros 30 años de la Revolución Cubana y los principales sucesos internacionales de 1960 a 1990.

La enciclopedia, publicada por Ediciones La Palma, ha sido impulsada por el director de la Cinemateca de Cuba, Luciano Castillo, y cofinanciada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), el Ministerio de Cultura de España y la Filmoteca Canaria. EFE

Bitácora III

http://www.lavanguardia.com/vida/20180526/443854126992/una-enciclopedia-recupera-por-primera-vez-el-patrimonio-filmico-de-cuba.html

 

Autores cubanos llegan a la Feria del Libro de Madrid de la mano de Ediciones La Palma

Casa cercada

Con un surtido catálogo que contiene varios autores cubanos, Ediciones La Palma se presenta en la 77 Feria del Libro de Madrid que arranca este 25 de mayo en la capital española.

Los lectores tendrá ocasión de adquirir hasta 19 títulos cubanos, de la colección G., la colección Cuba, y las últimas novedades publicadas, entre ellas: la antología erótica Alamar, te amo, que aglutina a 15 autoras cubanas residentes dentro y fuera de la Isla; el libro de testimonio Casa Cercada. Diario de un sobreviviente, de Miguel Ángel Fraga y el estreno de una nueva colección titulada Fugas, dedicada a los escritores cubanos de la diáspora.

Asimismo, la editorial lleva a la feria los tres primeros tomos de la Bitácora del cine cubano, un proyecto que impulsa en conjunto con la Cinemateca de Cuba.

Erotismo escrito por mujeres

El sábado 26, a las 7:00 pm, Yusimí Rodríguez estará en la firma de libros en la caseta 362, y el domingo 27, a 7:00 pm será el turno de Lien Carrazana, ambas autoras están incluidas en la antología Alamar, te amo, que también recoge textos de Anisley Negrín, Dazra Novak, Haydée Sardiñas de la Paz, Irina Pino, Jamila Medina, Legna Rodríguez Iglesias, Marvelys Marrero Fleites, María Matienzo Puerto, Odette Casamayor, Rita Martín, Susana Haug Morales, Verónica Vega y Yamila Peñalver Rodríguez.

La escritora Yusimí Rodríguez reside en La Habana y es periodista de DIARIO DE CUBA. Lien Carrazana es escritora y artista plástica, vive en Madrid y forma parte de la redacción de DDC.

Alamar

Las 22 historias recogidas en este libro “exploran una variedad de temas en torno a la sexualidad: desde el lovemaking desenfadado con reminiscencias nacionales hasta el muy serio del abuso infantil”, indica la escritora Teresa Dovalpage en el prólogo.

Otros relatos “coquetean graciosamente con lo fantástico” o juegan con imágenes sugerentes que “se adueñan de la prosa porno poética”. Tampoco falta “el realismo puro y duro”  o “la prosa posmoderna (…) que rompe con las convenciones del cuento y se adentra en el terreno de la teatralidad”, señala Dovalpage.

Vivir con VIH en Cuba

Casa Cercada es una narración surgida del diario del escritor Miguel Ángel Fraga durante su permanencia (1992- 1997) en el sanatorio Los Cocos, uno de los centros de internamiento que se abrieron en Cuba para los portadores del VIH y enfermos de sida.

“Para ser fiel a mis recuerdos, creía que viajaba hacia el umbral de la muerte”, confiesa el autor. “En este libro se narran las experiencias de esa sobrevida. Por eso es intenso, desgarrador, apasionado, pero lo acompaña el desenfado, el juego, el humor; y está poblado de una asombrosa diversidad (sexual y social) de personajes procedentes de todos los estratos de la sociedad cubana”, señala José antonio Michelena en la nota de contraportada.

Casa Cercada es un libro único, el testimonio de un hombre que convirtió ira, enojo, angustia, dolor, en literatura sanadora”, destaca.

Residente en Suecia, Miguel Ángel Fraga (La Habana, 1965) es poeta, narrador, dramaturgo, y sobreviviente del VIH/sida. Este es el quinto libro que le dedica a la llamada pandemia del siglo. Estará firmando su libro los días 5 y 6 de junio, en la caseta 362, a las 7:00 pm.

Fugas, una colección dedicada a escritores de la diáspora cubana

Creado por el editor y periodista residente en Miami Luis Leonel León, Fugas es un “proyecto editorial independiente dedicado a los autores de la diáspora, en principio los escritores cubanos exiliados en Estados Unidos”, indica la web de la colección.

“Fugas ve la luz desde una perspectiva integradora: tres autores de generaciones literarias distintas y maneras diferentes de encarar la creación. Iván Acosta sirve El Súper, el texto teatral que pasó al guion de cine y se convirtió en una pieza de éxito; de Carlos Alberto Montaner publica Póker de brujas y otros cuentos, en su 50 aniversario, mientras el periodista y narrador Armando de Armas estrena la novela Escapados del paraíso, una historia sobre lo duro del exilio, en la que el sexo es una patria posible”, indican.

Escapados

“Es la colección dedicada a los escritores cubanos de la diáspora, a los que escriben, viven y hacen su obra fuera de Cuba, al margen del régimen, pero forman parte de lo mejor de la literatura cubana”, señala León.

Según el director y editor de Fugas, “en el exilio se ha escrito lo mejor de las letras cubanas. Un fenómeno que por cierto no es exclusivo de las últimas seis décadas, cuando el castrismo ha hecho añicos e intervenido la cultura nacional, empujando a miles de creadores al exilio. Desde épocas anteriores hemos sido condenados a la fuga”.

Bitácora del cine cubano

Después de la aparición en 2016 del libro El cartel cubano llama dos veces, que reúne la cartelística cubana desde 1915 hasta nuestros días, la Cinemateca de Cuba, en la persona de su director Luciano Castillo, y ediciones La Palma emprenden este nuevo proyecto: Bitácora del cine cubano, un compendio del patrimonio cinematográfico de creación nacional en cuatro tomos.

portada ICAIC I

El primer tomo está dedicado a “La República (1897-1960)”, en el aparece cine silente (ficción y documental) y cine sonoro (ficción y documental). En el tomo dos se recoge la “Producción ICAIC (1960-2012)”, Volumen I, (ficción y animación), y el tomo tres lo ocupa la “Producción ICAIC (1960-1990)”, Volumen II, (Noticiero ICAIC Latinoamericano, Enciclopedia Popular, documentales científico- populares, revistas cinematográficas), para finalizar con el tomo cuatro de la “Producció n ICAIC (1960-2017)”, Volumen III dedicado al documental.

Bitácora II

El proyecto es “producto de años o décadas de recuperación del patrimonio fílmico cubano”, y recoge textos de Omar González, Ambrosio Fornet, Luciano Castillo, Joel del Río, Jorge Luis Sánchez, Mario Masvidal, Fernando Pérez, Daniel Díaz Torres, Manuel Pérez, José Galiño, Frank Padrón, Jorge Fiallo, Raúl Rodríguez, Alicia García, Sara Vega, Paul Chaviano, Reynaldo González, Mario Naito, Luis A. González Nieto, Pablo Pacheco López, entre otros.

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“Por su notable composición gráfica podemos decir que estamos ante un libro–objeto, que trasciende estéticamente su mismo y extraordinario contenido”, indica la editorial.

Fundada en 1989, Ediciones La Palma “apuesta por un solo género: el texto literario. En ese afán, su catálogo pretende conformarse dentro de los extensos márgenes del humanismo poético clásico y contemporáneo, ofreciendo al lector la mejor literatura española y extranjera en ediciones de máximo rigor”.

En sus colecciones dedicadas a la Isla han publicado la obra de autores como Isel Rivero, Lorenzo García Vega, Soleida Ríos, Orlando González Esteva, Ahmel Echevarría, Jorge Enrique Lage, así como antologías de narrativa y poesía cubanas.

VII Festival Vista contra la represión intelectual en Cuba

El programa incluye el acto de premiación por los concursos Reinaldo Arenas y Dulce María Loynaz 2017 a los escritores Juan Antonio Molinete (poesía), Jose Hugo Fernández y Armando de Armas (narrativa), quienes estarán presentes.”Contra la represión intelectual en Cuba” es el lema con que el Festival del Arte y la Literatura Independiente VISTA celebrará el próximo 9 de diciembre de 2017 su séptima edición de Miami, auspiciada por el Instituto La Rosa Blanca y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba.El programa incluye presentaciones de libros, conferencias, paneles de debate y el acto de premiación durante el cual se entregarán las placas acreditativas a los ganadores de los concursos Reinaldo Arenas y Dulce María Loynaz 2017 a los escritores Julio Antonio Molinete (poesía), José Hugo Fernández y Armando de Armas (narrativa).

El acto será conducido por los periodistas Karen Caballero y Jorge Olivera Castillo.

Durante la jornada, que comenzará a las 3:00 p.m. en la sede del Miami Hispanic Cultural Arts Center (111 SW 5ta Ave, Miami Fl 33130), que preside el maestro Pedro Pablo Peña, los asistentes podrán participar en la conferencia Represores de cuello blanco: Eslabón clave del Estado totalitario, del historiador y ensayista Juan Antonio Blanco.

En esta edición intervendrán decenas de escritores, presentadores y activistas culturales, entre ellos Jorge Olivera Castillo, Alfredo Triff, Idabell Rosales, Juan Manuel Cao, Ileana Fuentes, Lilo Vilaplana, Gustavo Rodríguez (Garrincha), Aristides Pumariega, Alfredo Pong, Luis Felipe Rojas, Luis Leonel León, Karen Caballero, Julio Antonio Molinete, José Hugo Fernández, Gisela Lovio, Adrián Morales, Armando Añel, Armando de Armas, José Abreu Felippe, Denis Fortún, Rebeca Ulloa y Carlos Alberto Montaner.

El festival abrirá con la presentación de la Colección Fugas, fundada y dirigida por el escritor, editor y periodista Luis Leonel León. Este proyecto editorial, dedicado a los autores cubanos de la diáspora, tiene su base en Estados Unidos y está asociado al sello español Ediciones La Palma. Se presentarán los tres primeros títulos: Escapados del paraíso, novela de Armando de Armas, Póker de brujas y otros cuentos. Edición 50 años, relatos de Carlos Alberto Montaner, y El super. Edición 40 años, pieza teatral de Iván Acosta.

Adicionalmente se presentará Con una canción cubana en el corazón (Un-Gyve Press, Boston), el más reciente libro de Acosta, un coffee table book bilingue que contiene 80 relatos biográficos a través de los cuales se narran pasajes de la historia de la Cuba contemporánea y su exilio, dos LPs o CDs de música cubana y 280 carátulas de LPs de la llamada época dorada de la música cubana, provenientes de la colección personal de Acosta, un libro obligado para coleccionista. Será presentado por la ensayista Ileana Fuentes, directora del Museo Americano de la Diáspora Cubana, el profesor y músico Alfredo Triff y Luis Leonel León, quien ha estudiado la obra de Acosta y actualmente produce un largometraje documental sobre la vida de este dramaturgo y cineasta cubano exiliado en Nueva York desde 1961.

Sucesivas presentaciones incluyen el libro de relatos de Gisela Lovio Mundos paralelos, presentado por Armando Añel; el poemario Brújula quebrada, de Julio Antonio Molinete, –co-ganador del Premio de Poesía Dulce María Loynaz 2017–, presentado por Jorge Olivera; la novela El guardián en la batalla, de Armando de Armas –co-ganadora del Premio de Narrativa Reinaldo Arenas 2017–, presentada por el narrador José Abreu Felippe y el poeta Denis Fortún; y el libro de relatos Nanas para dormir a los bobos, de José Hugo Fernández –co-ganador del Premio de Narrativa Reinaldo Arenas 2017–, presentado por Luis Felipe Rojas.

Esta edición de VISTA cerrará con la presentación de la compilación La piedra en el camino, los nueve días en que murió Fidel Castro (Neo Club Ediciones, 2017), un libro con caricaturas, declaraciones, comentarios y artículos de Adrián Morales, Alfredo Pong, Amir Valle, Annelys Casanova, Antonio Ramos Zúñiga, Aristides Pumariega, Armando Añel, Armando de Armas, Augusto Juarrero, Barack Obama, Bárbara Travieso, Carlos Alberto Montaner, Carlos Curbelo, Carlos Eire, César Menéndez Pryce, Donald Trump, Exilda Arjona, Faisel Iglesias, Félix Luis Viera, Gustavo Rodríguez, Idabell Rosales, Ileana Ros-Lehtinen, Iván Acosta, Janisset Rivero, Joel Cano, Jorge Arronte, Jorge Ignacio Pérez, José Armando Rodríguez, José Hugo Fernández, Juan Abreu, Juan Antonio Blanco, Juan Manuel Cao, Julio Fowler, Leyser Ley Martínez, Lilo Vilaplana, Lincoln Díaz-Balart, Luis Leonel León, Manuel Gayol, Marcell Felipe, María Victoria Machado, Mario Díaz-Balart, Midiala Rosales, Mike Pence, Modesto Arocha, Nicolás Águila, Norge Sánchez, Omar Santana, Oswald Santos, Pablo Jesús Socorro, Rafael Marrero, Ramón Fernández-Larrea, Randy Espinet, Rebeca Ulloa y Yoaxis Marcheco.

Un panel presentado por Karen Caballero y moderado por Juan Manuel Cao, en el que participarán Adrián Morales, Rebeca Ulloa, Juan Antonio Blanco, Lilo Vilaplana, Gustavo Rodríguez (Garrincha), Aristides Pumariega y Alfredo Pong, profundizará en las circunstancias abordadas en el libro.

Desde el año 2014, el Festival Vista de Miami da a conocer el trabajo de escritores, editores y artistas, fundamentalmente independientes, en interacción con colegas de otras ciudades y países.

El festival aspira a ofrecer un espacio de continuidad e intercambio a individuos, editoriales y organizaciones cuya labor cultural constituya un aporte comunitario y merezca apoyo y reconocimiento.

En Cuba, a pesar de la represión intelectual vigente, el Festival Vista ha celebrado ya varias ediciones al margen de las instituciones estatales, en colaboración con el Club de Escritores Independientes de Cuba (CEIC) y otros grupos y creadores de la sociedad civil.

El Cartel cubano llama dos veces en El marcapáginas

El viernes 1º de diciembre nos reunimos algunos amigos en el programa radial El marcapáginas de David Arranz, en Capital Radio.

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Durante la última hora del programa (de 10 a 11 pm), los contertulios estuvimos hablando sobre el cine cubano, con la intervención estelar de Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba, en conexión telefónica en directo desde La Habana.

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Para quienes querais escuchar el programa, aquí os dejamos el enlace al podcast

http://capitalradio.es/programas/el-marcapaginas/

ElMarcapáginas

 

Cartografía humana de una isla

Por Félix Sánchez

Era de esperarlo, pues en sus dos excelentes cuadernos de cuentos, Luna Poo y el paraíso (Premio Alejo Carpentier 2004) y Malasombra (Editorial José Martí, 2015), había asomado ya la marca inconfundible del novelista, marca que podría resumirse en un desbordamiento narrativo, un gusto no tanto por la brevedad, por lo estrictamente anecdótico, como por plantar a unos pocos personajes en situaciones dilatadas emocionalmente, donde atmósferas y escenarios se entretejían y crecían en significación, dejándonos el sabor de que solo habíamos recibido un lado muy pequeño de la historia.

En la mayoría de esos relatos anteriores, más que el fogonazo tradicional del cuento, la brevedad argumental, uno veía la intensa y morosa luz que el autor hacía mover con maestría, sin apuros, como si nunca le faltasen energías, como si engarzar palabras, situaciones, fuese algo muy fácil, algo así como “escribir y cantar”. Y todos sabemos que narrar nunca lo es.

Con esta, su primera novela, Oficio impropio, pensada y escrita evidentemente en largos meses de trabajo, publicada por la editorial Guantanamera (2017), ya circulando en la red, al alcance de los lectores dentro y fuera de la isla, Lázaro Zamora Jo (Punta Alegre, Ciego de Ávila, 1959) ha tenido ahora, por fin, todo el espacio del mundo para soltar cabos y lanzarse a fondo. Se ha sentido, evidentemente, como pez en el agua. No se ha contenido, y ha sabido hacerlo justificadamente. Más de cuatrocientas cuartillas, muchos planos, personajes, rupturas temporales, un auténtico mapa de los conflictos, las frustraciones y los sueños de dos o tres generaciones compartiendo un espacio que también ha sido sacudido por el tiempo. Ya no es ella, la ciudad escenario, La Habana exaltada por las postales y las nostalgias. Mucho menos la, en un momento, ciudad prometida, alcanzable con un largo recorrido hacia el oeste insular.

Es esa vida citadina, representación aguda del país, el hilo conductor de Oficio impropio,  aunque Lázaro nos plantea un conflicto gancho, personal: un hijo que busca su identidad, para que tras él nos vayamos apropiando, casi sin darnos cuenta, de la tragedia mayor, contextual, masiva, de seres apresados por unas crudas y precipitadas circunstancias. Los personajes de Oficio impropio no viven (el “vivir humano” es algo más), sino que sobreviven. Cada día esperan algo, un cambio favorable, pero no como un resultado predecible sino como algo que puede llegar por bondades del azar. Es un vivir de resistencia, casi como si todos compartieran sitio en una trinchera.

Son todos ellos personajes acorralados, no importa su estatus, que acuden a increíbles y extrañas reservas de optimismo para no fenecer. Unos actúan más que otros, se arriesgan más o menos, pero la novela, en su ir y venir en el tiempo y el espacio va reafirmando que ante todos hay unas paredes demasiado altas. Están ahí, y más que saltarlas parece que lo único posible es estrellar el hombro una y otra vez, incansablemente, tercamente, contra ellas.

Es admirable el espíritu de esos personajes frente a las circunstancias. Lázaro privilegia el espacio doméstico como lugar donde resiste la familia, donde esta sueña, hace planes imposibles. Y en ello sobresale ese ánimo del cubano por no plegarse, acudiendo a ilusiones, propósitos, estrategias que en otras latitudes podrían resultar absurdas.

Ese espíritu contribuye a que la novela nunca llegue a espacios muertos y a que no se requiera de grandes acontecimientos para hacer avanzar la narración. Hay en la novela pasajes y situaciones cuya perfección dramática los hace auténticos relatos pequeños dentro del gran relato total. De sus  bien trazados y justificados personajes, el de Sandra bien vale él solo una novela.

Los años tan difíciles de la isla, que se ubican entre los 90 del siglo pasado y la actualidad, no habían sido tratados hasta ahora por nuestra novelística con esa minuciosidad, como si se tratara de un mapa donde están todos los tipos humanos que una situación así saca a la luz. Resistencia y tensión épica se me antojan como los términos que pueden resumir el universo de Oficio impropio.

En toda situación social contemporánea están presentes los elementos políticos, ideológicos, económicos, las relaciones de clases y de poder. Pero Lázaro sortea esa regla, esa tentación que ha conducido al fracaso a muchas novelas, y no trata de hacer tesis, de ajustar cuentas, de convertir la novela en un pretexto para exponer las ideas del autor (como ocurre regularmente en muchas novelas de pretensiones sociológicas).

Hay ese algo especial del cubano en Oficio impropio, eso excepcional que Hemingway, tan acostumbrado a ver hombres en situaciones límites, encontró en el humilde pescador de su vigorosa novela El viejo y el mar. Los personajes de Oficio impropio no se dejan aplastar por las duras circunstancias, las enfrentan como si repitieran junto al viejo Santiago aquello de que “el hombre puede ser derrotado pero no vencido”.

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