Después de la proyección se realizará un coloquio con la participación del director.
Miguel Coyula (Cuba, 1977) es director, guionista, montador, sonidista y director de fotografía y escritor. Ha realizado varios cortometrajes y mediometrajes hasta su debut en el largometraje, ‘Cucarachas rojas’ (2003). ‘Memorias del desarrollo’, su segundo largometraje (estreno en el Festival de Sundance), es una adaptación de la novela homónima del escritor cubano Edmundo Desnoes y obtuvo más de veinte premios internacionales. En 2017 realiza ‘Nadie’, acerca del poeta cubano Rafael Alcides. A partir de este momento la exhibición de su obra es prohibida en Cuba. Su tercer, y último largometraje de ficción hasta la fecha, es ‘Corazón azul’ (2022), un filme de ciencia ficción estrenado en el Festival de Moscú, Rusia. Ha escrito las novelas ‘Mar rojo, mal azul’ y ‘La isla vertical’.
NADIE
Cuba, 2017 / 70’ (+12)
Dirección y guión: Miguel Coyula.
Sinopsis: es el mes de noviembre del 2015, casi ciego, el poeta cubano Rafael Alcides decide terminar sus novelas sin publicar y descubre que después varias décadas, la tinta casera de la máquina de escribir que utilizó, se ha borrado. Con una lupa y una computadora comienza la transcripción de lo que ha sido su obra de vida: La Revolución cubana como una historia de amor y decepción a través de un hombre que una vez estuvo en la luz pública y hoy vive en un exilio interior en una conversación imaginaria con Fidel Castro.
Fecha y hora:
📅 Martes 26 de noviembre de 2024.
⌚️ 19:00 h.
📍 Sala de cine Iberia de Casa de América.
🎫 Entrada libre hasta completar aforo de 70 localidades.
1. ANTECEDENTES DEL PROYECTO
Dentro de la colección Cuba, ediciones La Palma consolida su alianza con la Cinemateca de Cuba con la aparición, en 2016, del libro “El cartel cubano llama dos veces”, cofinanciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo AECID del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Este libro es un compendio de la cartelística cubana desde 1915 hasta nuestros días. Medios tan relevantes como El País celebraron su llegada afirmando que: “Más allá de lo que se muestra en las pantallas, una parte de la historia del cine de cada país se puede contar también a través de los carteles que promocionan sus películas. Un lugar donde tradicionalmente se ha mimado la elaboración de afiches para filmes es Cuba, como demuestra el libro El cartel cubano llama dos veces, de Ediciones La Palma, en colaboración con la Cinemateca de Cuba y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.” https://elpais.com/cultura/2017/01/31/actualidad/1485865517_220031.html
Otros medios de difusión de la cultura cubana, como Diario de Cuba, también recogieron en sus páginas la notica afirmando que: “el volumen tiene como objetivo contar la historia del cine cubano a través de los carteles generados por sus películas, y ha sido editado por Gilberto Padilla y su equipo de Colección G. en Ediciones La Palma. El ejemplar es un recopilatorio con los mejores carteles de cine cubano desde 1915 hasta nuestros días”. http://www.diariodecuba.com/cultura/1484577942_28175.html
En 2018, durante la 77 Feria del Libro de Madrid, Ediciones La palma/ Hurón Azul, con el apoyo el Ministerio de Cultura y Deporte de España, La Filmoteca Canaria, y también la AECID, presentó los 3 primeros tomos de la “Bitácora del cine cubano”, un compendio de todo el patrimonio cinematográfico de creación nacional. El 4º tomo fue editado en 2019, en colaboración también con la AECID. El 5º y último tomo ha sido editado en 2023 con el apoyo de la AECID.
Tomo 1: La República (1897-1960)
Cine silente (ficción & documental) y Cine sonoro (ficción & documental) 340 páginas
Tomo 2: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen I
Ficción & animación 445 páginas
Tomo 3: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen II
Noticiero ICAIC Latinoamericano. 420 páginas
Tomo 4: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen III
Enciclopedia Popular / Documentales científico-populares / Revistas cinematográficas. 405 páginas
Tomo 5: Otras producciones (1960 – 2020)
Productoras independientes del ICAIC (19) 758 páginas
Estos volúmenes constituyen la única referencia de su tipo sobre la producción fílmica cubana, desde el cine silente en 1897 hasta la producida por el ICAIC desde su constitución en 1959 hasta el año 2017. El presente proyecto puede entenderse como el producto de años o décadas de recuperación del patrimonio fílmico cubano, siendo éste la guía o bitácora, entendido como andadura, revisión, ampliación y rectificación. Nuevamente este reciente hecho ha sido reseñado por medios tanto cubanos como españoles, como La Vanguardia, quien señala que: “expertos de España y Cuba se han unido para compendiar la primera enciclopedia de la historia del cine del país caribeño, que en cuatro tomos reúne todo el patrimonio cinematográfico de la isla, desde el cine mudo de 1897 hasta la actualidad. Bitácora del cine cubano es un detallado y exhaustivo compendio del séptimo arte en Cuba cuya publicación culmina un trabajo de años por parte de multitud de profesionales”. https://www.lavanguardia.com/vida/20180526/443854126992/una-enciclopedia- recupera-por-primera-vez-el-patrimonio-filmico-de-cuba.html
2. EL CINE CUBANO Y LA CINEMATECA DE CUBA
La Cinemateca de Cuba, en años recientes, comenzó a vivir un anhelado programa de restauración y digitalización de toda la producción, cumpliendo así su primer objetivo: preservar la memoria; para cumplimentar inmediatamente su segundo objetivo: el educativo, el de difundir esa memoria, para el enriquecimiento de todos. La “Bitácora” es parte esencial en el logro de este propósito. Aquí se reúne la información recuperada de la producción cinematográfica cubana, incluyendo la información complementaria sobre la parte que, hasta el presente, siempre ha faltado: las películas no pertenecientes al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) como empresa señera. Es una contradicción que solamente explican las circunstancias en que ha trabajado la Cinemateca de Cuba, creada, regida y mantenida por el aparato central de la producción audiovisual cubana durante más de medio siglo. Las películas que no controlaba, ya fueran institucionales, de grupos o individuales, en el trabajo cinematecario quedaban en el simple archivado de informaciones, reportajes y crónicas periodísticas. Y el actual compendio surge, precisamente, en un tiempo-bisagra, período de cambios en que esa otra producción adquiere gravitación. Aceptar el reclamo implica un punto de giro. A no dudarlo, su información será una adenda de este libro.
La trayectoria de la Cinemateca de Cuba refleja la del cine cubano de los inicios, cuando cada proyecto de película equivalía a una empresa y fenecía una vez concluida. El ICAIC dotó a esta Cinemateca con una colección de cine, algo que la define en la consideración de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). Existió un proyecto antecesor, en los años cincuenta, que solo fraguó como activismo de un cine-club, a pesar de aunar talentos jóvenes y valiosos; su principal adversidad fue el desinterés de sucesivas gobernaciones, incapaces de comprender y dar calor a una aspiración de ese tipo.
El instituto de cine fundó una verdadera cinemateca, dirigida por Héctor García Mesa, sujeta a los pálpitos de la industria, su mayor bien y su dificultad suprema. Pulió y reconstruyó filmes, línea en que no tuvo un trabajo de gran relieve. Sí lo alcanzó en la documentación, terreno donde se forjó la presente “Bitácora”. Fue su iniciadora la especialista María EulaliaDouglas, baluarte de muchos años, hasta que llegaron a la convicción de que el ambicioso listado que presentamos requería un trabajo conjunto. El crecimiento del número de colaboradores, como puede verse más adelante, también traduce el rigor de la obra.
Consignada por documentales, ficción, dibujos animados y noticieros, la producción fílmica que se relaciona es asombrosa para la Isla en medio de corrientes tormentosas y, también como el mar, siempre recomenzando. La consideración ganada por el cine cubano, sus creadores e intérpretes, traducida en premios y reconocimientos, denota la pasión puesta en sus afanes creativos. Sorprende el simple hecho de la supervivencia, de una industria que se cuenta entre las más costosas y arriesgadas. Es una experiencia digna, con puntos culminantes en una trayectoria que provoca asombro y reconocimiento hasta en la curva que devela un cierre de parábola, el referido tiempo-bisagra, que requiere imaginación y riesgo. En ese sentido, aunque demorada, esta Bitácora llega cuando debe llegar.
Contrario a la magnificación que se le otorga en la distancia, el clima tropical no es tan benigno como se piensa, con temperaturas altísimas y supremos grados de humedad, donde la polución más que crecer, se perpetúa. El estado crítico del celuloide cautivo en las bóvedas de la Cinemateca de Cuba llegó a niveles de espanto. Condicionada por los altibajos económicos, no siempre contó con las posibilidades mínimas para salvaguardar en profundidad su colección de películas, resignada a un mantenimiento discreto que, gracias al ICAIC, no le faltó. Pero en los finales años ochenta y en los primeros noventa, con alguna ayuda extranjera, se inició un proceso de revisión y restauración de algunas bóvedas, que no llegaron a climatizar.
En ese sentido, en diciembre de 2006, la Presidencia de la Junta de Andalucía autorizó a la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales (hoy Instituto Andaluz de las Artes y las Letras) para rehabilitar las catorce bóvedas que resguardan el patrimonio cinematográfico, la reconstrucción en profundidad de las instalaciones, la habilitación de equipos para el control de la temperatura y la humedad relativa, la instalación de sistemas de seguridad contra incendios, estanterías móviles, creación de tres talleres para la revisión y restauración de los materiales fílmicos y la compra e instalación de equipos para el escaneado de películas y otros documentos, más la digitalización de todos los soportes analógicos.
Debe comprenderse que a los efectos prácticos los vínculos de la Cinemateca con el ICAIC resultan predominantes. Hablamos de 6.485 filmes, películas a 50.000 rollos de películas cubanas y 22.000 de cine internacional, para un total de 72.000 rollos. En la cifra entra la producción anterior a 1959 y toda la del ICAIC, desde su fundación hasta la actualidad. La labor de restauración en las bóvedas de los Archivos Fílmicos y en el Laboratorio y otras dependencias, contribuirá de modo determinante a detener el proceso de deterioro y crear condiciones óptimas para la conservación del patrimonio cultural cubano. El anhelado programa de restauración, digitalización, difusión cultural y económica referido anteriormente, de la Cinemateca de Cuba y el ICAIC son la base trazada en este libro, “Bitácora del cine cubano”.
3. LA BITÁCORA DEL CINE CUBANO
Esta “Bitácora” detalla lo hecho antes del surgimiento del ICAIC en 1959, y lo posterior producido desde el nacimiento de esta peculiar institución que ya en su nombre de bautizo lleva intrínseca la unión de su propósito más preciado, léase: Instituto cubano del ARTE e INDUSTRIA cinematográficos. Aquí están detalladas y acompañadas de toda la imaginaría de cada época, todas sus películas, agrupadas por períodos y categorías para conocer el talento aplicado al cine y suscreadores.
La producción silente aparece gracias a la indagación en viejos documentos y en la prensa periódica; de la misma manera que el cine parlante, todo ello forma parte del Tomo I “La República”, piezas previas a la constitución del ICAIC. A los efectos de la cultura cinematográfica ese período tiene gran importancia como herencia de la cultura cinematográfica de todo lo que se produjo después. Los siguientes tomos, son el Tomo II: “Largometrajes de ficción y animados”; el Tomo III, que asume la primera parte de la documentalística insular, con la característica de que allí está, por ejemplo, el Noticiero ICAIC Latinoamericano en sus 1.490 ediciones categorizado por la UNESCO como Memoria del Mundo; y el Tomo IV, que contiene la otra parte de los documentales nacionales, que es el único tomo en proceso de edición.
Las autoridades cinematográficas que participan en la obra (ensayos cortos), son: Omar González, Ambrosio Fornet, Luciano Castillo, Joel del Río, Jorge Luis Sánchez, Mario Masvidal, Fernando Pérez, Daniel Díaz Torres, Manuel Pérez, José Galiño, Frank Padrón, Jorge Fiallo, Raúl Rodríguez, Alicia García, Sara Vega, Paul Chaviano, Reynaldo González, Mario Naito, Luis González Nieto, Pablo Pacheco López, entre otros. Por su notable composición gráfica, así como por la apuesta de su composición, podemos decir que estamos ante un libro – objeto, que trasciende estéticamente su mismo y extraordinario contenido.
4. AMPLIAR LA BITÁCORA DE CINE LATINOAMERICANO
En la actualidad, Ediciones Hurón Azul apoya una extensión de la labor de recuperación del patrimonio fílmico de la vecina Centroamérica, específicamente la de aquellos países que, como Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá y Nicaragua han realizado una labor desigual, tanto en lo artístico como en lo sistémico y curatorial. En un primer momento, la alianza establecida con la Cinemateca Hondureña “Enrique Ponce Garay”, inmersa en un proceso de mejora y recopilación de su patrimonio fílmico, supone una alianza para un trabajo seguro, siendo el primer foco del proyecto, que dará lugar a la Bitácora de cine centroamericano.
Para llevar a cabo esta expansión enciclopédica con las mejores garantías de rigurosidad académica y apego a la idea original, será la Cinemateca del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica quien, a través de sus especialistas en cine latinoamericano, acojan, orienten y validen la labor de investigación y curadoría del ensanchamiento cinematográfico americano. En la actualidad, con el apoyo del IHCINE y de la AECID, se ha producido el primero de los tomos: Honduras (1942 – 2022), obra que rescata y sintetiza la producción cinematográfica hondureña desde sus orígenes hasta la actualidad.
5. IMPORTANCIA DE UNA BITÁCORA CENTROAMERICANA
América Central, territorio frágil y muy fértil, prensado exactamente en el medio de dos enormes y diferentes subcontinentes, compuesto de diminutos países mantenidos en conflictos permanentes por intereses totalmente ajenos a ellos, con gobiernos autoritarios o de dudosa e inestable democracia, aplastados en el menor intento de proponer alternativas reales de desarrollo para sus pueblos. Sin embargo, es su gente lo más importante, el registro de sus historias que necesitan ser protegidas y compartidas.
Si bien es cierto que cada país ha tenido su propio y desvinculado camino en relación con sus vecinos, el desarrollo o los intentos de producción de los cineastas de la región han empezado a fortalecer instancias de participación creativas por medio de Festivales Nacionales e Internacionales, la creación de Redes como la Red CCAPFA (Red Centroamericana y Caribe del Patrimonio Fílmico y audiovisual), unas tímidas pero reales coproducciones entre países centroamericanos, los congresos académicos sobre cine que se han desarrollado para ponernos en sintonía y unir fuerzas, esto ha permitido construir una sinergia creadora que poco a poco muestra la conformación de un cuerpo de avanzada con sólida estructura, que de alguna manera prefigura la tan inesperada integración del área.
El cine, factor de unión e intercambio donde la creatividad y el trabajo colectivo desborda las fuerzas más tradicionales de expresión artística, nos lleva a recuperar la historia y trabajar en el rescate de la memoria, experiencias vividas y testimonios de personas, instituciones públicas y privadas, y nos transporta del acariciado sueño a una realidad más concreta y salvaguardada en las cinematecas. Aunque se trata de una difícil tarea, existen pequeños logros aunque muy valiosos, que han abierto el camino para documentar no solo la historia del cine sino también las iniciativas por el rescate de la memoria de los pueblos. Para citar uno y hasta hoy el más completo, la investigación editada en el tomo “La Pantalla Rota: Historia del cine en Centroamérica” de María Lourdes Cortés, obra que tenemos que ampliar en el contexto de nuestra realidad actual que ha crecido exponencialmente en materia para el estudio, compilación de lo fílmico y lo que decidimos llamar componentes y documentos “NO FILM”, piezas diversas no audiovisuales de gran carga histórica sobre el cine de nuestros países.
Como en las carreras deportivas, no hay en el cine de Centroamérica una sola “señal de salida”. Cada país ha marcado su propio momento en esta maratónica trayectoria en el campo del cine, impulsado y condicionado por diferentes factores entre los que identificamos conflictos, guerras y acontecimientos políticos. Pero desde que la primera cámara empezara su tan estremecedor ronroneo, cantidad de imágenes han sido registradas ofreciendo hoy un tesoro de memoria imborrable de nuestra tan sacudida “tierra de en medio”. Por ejemplo, las dictaduras de turno en Centroamérica reconociendo la tremenda fuerza de la imagen proyectada en el imaginario popular construyen su propaganda al estilo de sus modelos Stalin, Hitler, Mussolini creyendo perpetuarse en el poder por siglos, nos heredan secuencias fabulosas de su época y nos proveen de su historia, nuestra historia. Sin estas imágenes nos hubiesen legado sólo la oscuridad e ignorancia de sus descaros y abusos de poder.
La pasión del cine, venga de donde venga llenó salas y teatros provocando en todas partes del mundo el deseo no solamente de consumir, sino también, para algunos, contar y recrear sus propias historias, con la intención de, a su vez, llenar pantallas y seducir muchedumbres. Y es así como, más allá de la necesidad de documentar los acontecimientos, nacen también en Centroamérica las primeras películas, ficciones o no ficciones, cortos y relatos cinematográficos que las instituciones acumulan en bodegas, aficionados coleccionistas celosos de sus tesoros guardan en lo recóndito de sus casas, o en raras ocasiones en institutos de archivos nacionales, pero siempre con el riesgo de no saber cómo conservarlas cuidadosamente.
Surge aquí, como en todos los países antecesores a Centroamérica, la pregunta y repentinamente la preocupación de saber qué pasó con todo este material, del encuentro fortuito de rollos acumulado en cines, de la simple curiosidad, hace que surjan las primeras cinematecas o espacios consagrados únicamente a la conservación del género cine, y al igual que en esos países que ahora son nuestros referentes como Italia, Francia, Cuba y muchos otros que tienen la tradición del archivo y la conservación de la memoria profundamente arraigado en su cultura.
Una vez ya establecidos estos espacios en nuestros países del Istmo, debemos encontrar las estrategias más efectivas de cómo acercar ese material fílmico -memoria de los pueblos-, a las nuevas generaciones de creadores activos para que sus productos no tengan principalmente las influencias de un cine foráneo sino que responden a rasgos identitarios que encuentren en su propia historia del cine, y con ello, las películas centroamericanas que ahora viajan por el mundo sean testimonio de los aspectos más profundos de nuestra cultura y nuestras raíces.
El proyecto Bitácora de cine centroamericano es ahora mismo la mejor estrategia para hacer llegar esos contenidos fílmicos que son custodiados en los espacios de conservación de nuestro cine, no solo a estos actuales creadores sino a todo investigador y público general que quiera conocer más sobre los recursos fílmicos con los que contamos en los países de la región. El proyecto de recuperación, sistematización y difusión del patrimonio cinematográfico centroamericano, por su carácter regional y plurianual, ha sido planificado, apenas desde su inicio en 2021, involucrando a las instituciones fundamentales regionales; a saber: las cinematecas centroamericanas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá y Nicaragua. A la par, y considerando el decidido y originario involucramiento del Centro Cultural de España en Tegucigalpa CCET de la Embajada de España en Honduras, se ha extendido este apoyo al resto de Centros Culturales de España en Centroamérica, así como Ministerios de Cultura y otras entidades nacionales y regionales.
6. LA CINEMATECA UNIVERSITARIA “ENRIQUE PONCE GARAY”
La Cinemateca Universitaria “Enrique Ponce Garay”, desde su creación en 2014, ha publicado el libro titulado “SAMI KAFATI, un homenaje a su vida y a su obra”. Sami Kafati es considerado como el referente del cine hondureño por haber realizado en 1962 el primero corto metraje de ficción “Mi Amigo Ángel”. También está en la fase de publicación el segundo volumen dedicado a la persona que ha dado su nombre a la cinemateca: “Enrique Ponce Garay”, crítico cinematográfico y gran erudito del cine universal, desaparecido en 2006 y que ha dejado escritos de gran valor.
En esta línea la preocupación de la Cinemateca ha sido y sigue siendo la elaboración de una guía que recupere la historia del cine hondureño desde su origen, cuando las primeras cámaras iniciaron su tradicional ronroneo por parte de profesionales y aficionados. A raíz de haber conocido la colección Bitácora de cine cubano, la Cinemateca Universitaria “Enrique Ponce Garay”, al margen de tener en sus archivos “no film” textos y ensayos que abordan aspectos del cine hondureño, determinó tomar la decisión de producir un libro inspirado por la experiencia hispano-cubana en su contenido y forma, en una edición de un volumen, donde se recoja la historia del cine hondureño desde su inicio a nuestros días, tomando en cuenta su relativa corta existencia.
7. ANTECEDENTES DEL PROYECTO: HONDURAS
El cine, desde los años 40 del siglo pasado, no ha sido parte de una política de Estado, al menos hasta el año 1977, cuando el Ministerio de Cultura, Turismo y Comunicación creó un Departamento de Cine. En los años 80 se realizaron algunas producciones cinematográficas como las de Sami Kafati, Fosi Bendeck y algunos documentalistas del momento. Pero no pudieron, sin demeritarlos, acercarse a lo que hoy llamamos industria cinematográfica. Habrá de esperar hasta 1995 para que se reiniciara, con cierta timidez, la posibilidad de volver a hacer cine, proceso que iría tomando en los años siguientes una nueva fuerza tanto en el ámbito institucional como privado.
En 2014 se logra, finalmente, crear la estructura actual de la Cinemateca Nacional, cuyo objetivo fue y es: recuperar 80 años de producción cinematográfica con escasa continuidad. Este proyecto es especialmente complejo en un país donde la memoria es fugaz y frágil, tanto por sus acontecimientos políticos como naturales y por ello este anhelo constituye un reto que cineastas, intelectuales, e historiadores, preocupados por esta amnesia memorial, decidieron acometer.
Así pues, después de varios intentos, es en el año 2014 que se presenta un proyecto a las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH, señalando la necesidad de rescatar la memoria cinematográfica fílmica y audiovisual del país, poniendo, a disposición de la Academia, una herramienta de investigación sobre el pasado y, complementariamente, asegurar la recuperación y sistematización del acervo nacional en un momento en que se incrementa de forma exponencial la producción cinematográfica gracias a advenimiento de medios que facilitan su proliferación.
Hoy la Cinemateca cuenta con un local adecuado para la conservación del acervo, personal para los trabajos de rescate, reparación menor del material fílmico y video, y un sistema de digitalización de diferentes formatos video. A la par de esta labor de conservación, desarrolla actividades de promoción e investigación tanto en el ámbito académico como el popular.
La dispersión de los materiales audiovisuales (cine y video), sumado al hecho que muchos medios e instituciones se han dado a la tarea de borrar o embodegar en condiciones inapropiadas el material producido sin un criterio de conservación, hace de esta tarea de recuperación algo sumamente delicado y complejo.
Sin embargo, algunas personas han realizado importantes contribuciones a título individual, como el caso de la familia Asfura que, recientemente, ha donado a la Cinemateca verdaderos tesoros fílmicos de la vida del país, desde los años 40, en formato 16 mm blanco y negro. A pasar de gran deterioro que encontramos en esta colección donada este hecho ha motivado el inicio de un trabajo sistemático de investigación fílmica, lo cual está tomando una importancia primordial en las actividades que la cinemateca desarrolla en la actualidad.
8. LA BITÁCORA DE CINE HONDUREÑO
El historiador Jorge Banegas Amaya, en el libro dedicado a Sami Kafati, llama el periodo que va de la dada de los 60 a la década de los 80 “la edad de oro del cine hondureño”. Una afirmación que toma toda su fuerza y veracidad cuando sabemos que Sami Kafati, con medios muy reducidos, produjo en 1962 la primera ficción corta: “Mi Amigo Ángel”. Sobre la década de los 70, donde hay más medios y se traduce en la producción de una serie de documentales institucionales y de autor, escribió: “Es hora de darnos cuenta que en los países pobres también tenemos capacidad por hacer buen cine”, frase que inspiró al cineasta Fosi Bendeck gran amigo de Sami Kafati, para afirmar que “tenemos un cine pobre pero no un pobre cine”.
Podemos describir la historia del cine hondureño estableciendo tres épocas esenciales que permitir visualizar su crecimiento y madurez, cada una analizada con su debido tratamiento.
- Primera época: 1940/1980: Los pasos iniciales del cine hondureño. Lo no anunciado se perfila con lentitud y talento. Un futuro todavía incierto.
- Segunda época: 1980/2000: Crecimiento del cine hondureño con una nueva generación en formación (principalmente formada académicamente en Cuba). El comienzo de la transición de lo analógico a lo digital. Experiencias que marcan cambios hacia un grupo mayor de cineastas profesionales.
- Tercera época: 2000/2022: El cine hondureño alza vuelo con la incorporación de jóvenes talentos (formados en una diversidad de escuelas de cine de América y Europa). La narrativa cinematográfica se independiza un poco más del apoyo de la literatura (característica de las generaciones anteriores). El cine se abre al ámbito internacional en la última década. Se crea formalmente la primera carrera de cine en Honduras. Se cierra este periodo con la aprobación de una Ley de Cine y se deja abierto el porvenir promisorio de la naciente industria cinematográfica con la creación y la implementación del Instituto General del Cine Nacional. Durante el largo período que va del siglo pasado a la fecha de hoy, se gestan productos novedosos abarcando ficciones y no ficciones corto, medio y largo metraje, video-artes y el fondo documental que hemos llamado “No Film” (entre afiches, libros, revistas, fotos, ensayos, artículos sin mencionar el museo cinematográfico).
9. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
- Impresión: Digital
- Formato: 220x266mm
- Interior: Papel 100 gr blanco impreso a una tinta.
- Cubierta: Cartulina 30 gr impreso a 4 tintas por una cara con solapas de 100mm con plastificado
- Encuadernación: PUR
- Número de ejemplares: 300
RIALTA (https://rialta.org/miguel-coyula-una-inspeccion-de-herejias/)
[Replicamos el artículo aquí para que pueda leerse en Cuba]Con ‘Mar rojo, mal azul’, la extraña originalidad de Miguel Coyula ha alcanzado la dimensión de literatura.
Miguel Coyula no es un director que escribe sino un cineasta que además es escritor. Antes incluso. Y no porque la fecha de terminación de la novela Mar rojo, mal azul y de un grupo de cuentos en su mayoría inéditos haya antecedido a sus largometrajes, sino porque asume la realización de sus películas como un autor su literatura. En solitario: guion, fotografía, edición, música y sonido también a su cuenta.
Hasta piensa literariamente su cine, como confesaba en una entrevista de 2010 a partir de sus teorías del montaje: “Cada vez que hago un encuadre, y corto, el siguiente tiene que ser un plano diferente. Porque creo que es igual en el lenguaje cinematográfico que en la literatura. Después de un punto, escribes una oración distinta de la anterior con otro significado”. Quizás por ello ha utilizado de forma inconsciente el término “distracción” para referirse a los años en que se mantuvo filmando tras terminar en 1999 este libro.
No obstante escritor, volvamos a que Coyula es cineasta. En Mar rojo, mal azul “leemos” la propuesta estética de su cine. Dosificada primero: se pulsa play y se narran hechos y diálogos en montajes paralelos, se describen secuencias, miradas que enfocan y desenfocan el primer plano y el fondo que observan; mas en las páginas siguientes se enuncia por el personaje de Miguel una aspiración: hacer una película por la que moriría. Me refiero asimismo a ese guion que más bien es un diario y termina siendo un testamento y, en especial, a la frase: “Necesito el estado natural de la percepción, sin extensiones intelectuales, o códigos simbólicos universales”.
Porque el Miguel de la novela, semejante al Coyula de Cuba –un país, otra ficción– rechaza las invitaciones a trabajar en industrias e instituciones, con los reglamentos de pertenencia que estas imponen; declina la colaboración en equipo en la búsqueda de una libertad que le compartirá al espectador una vez que logre materializar esa planeada narración interactiva que se reconfigure a partir de la ordenación aleatoria de sus distintos segmentos. Una libertad, sí, totalitaria, pero inofensiva, puesto que Coyula no encarna a un político. Se trata del único totalitarismo benévolo: el del creador sobre su obra.
Más de cinco años empleó –no demoró– Coyula en completar su segundo largometraje, Memorias del desarrollo (2010). Cinco años durante los cuales la idea de una versión condensada de la trama de Edmundo Desnoes –ambientada mayormente en el entorno rural adyacente a las montañas Catskill– se redujo a uno de los tantos episodios y varió a un desierto, en tanto se adicionaron escenas y elementos surgidos en medio de filmaciones en diversas ciudades y se acentuó una mirada desenfadada, irreverente, de la Historia y los grandes relatos.
Más de una década tardó –sí– Coyula en publicar Mar rojo, mal azul, enmarcada en el terreno que ha reconocido es el que más le atrae: la ciencia ficción, en su afán por desligarse de contextos y geografías específicas. En su lectura, caminamos por una ciudad con Malecón, con un túnel que atraviesa un río, pero cuyos rasgos habaneros se desdibujan en ese futuro impreciso del siglo XXI de lluvias ácidas que despedazan a los seres humanos, plantas de energía alternativa situadas en los polos y gases reparadores de la capa de ozono, en el que confirmamos el germen de su primera cinta, Red Cockroaches, y de su posterior producción Corazón azul.
Se rastrean en Mar rojo, mal azul obsesiones latentes en la cinematografía del autor. Una vieja cámara analógica llega a manos de Iván, y pasa de este a Miguel, similar a aquella de VHS con la que Coyula adolescente grabó imágenes que luego reciclaría en uno de sus trabajos iniciales: el corto Clase Z Tropical. Entre esas obsesiones, se encuentra la de diseccionar al individuo exponiendo los componentes que suelen asociarse a lo promiscuo y la oscuridad, asumiendo la tramposa inocencia característica de la infancia, que es la manera más descarnada y agresiva de cuestionar.
Una obra que surge de la imaginación no debe obedecer a la “lógica” de realismo alguno. De ahí la densidad habitual en Coyula: fragmentación de la narración, yuxtaposición de asociaciones, donde es tan importante lo que se revela como la elipsis; partes que el espectador –en este caso, el lector– precisa rearmar para hallar su “todo”.
1994, 1995, 1996 son las fechas de las que datan muchos de los cuentos de Coyula –hubo tres que aparecieron en una revista de 2013–. Las más de las veces, se percibe en ellos el reflejo de ambientes y personas que pudieron rodearlo en su adolescencia y temprana juventud. Pero en cada caso encontramos el rechazo a cualquier reproducción realista y el origen de ese lenguaje distinto de su cine. Quizás “lenguaje” no sería el término apropiado, porque más que a una estética particular de composición de planos, consecutividad en el montaje o ritmo, me refiero a la lógica inusual de esos universos que nos presenta. Desde sus tempranos experimentos cinematográficos, ya Coyula empleaba los más disímiles métodos y herramientas para crear efectos con los que apoyar esa otra realidad que no apunta solo a situaciones fruto de la invención, sino a un mundo visualmente distinto que el director nos agencia observar con una intensidad que es imposible al ojo humano fuera de sus películas.
Si en cada uno de sus filmes Coyula interviene casi la totalidad de sus planos, con una intención plástica, en Mar rojo, mal azul no se ha privado de concatenar texto e ilustración –otro tipo de texto–, al entrelazar el negro de las letras impresas con el de las imágenes, como si el cineasta percibiera la necesidad de enfatizar determinados rasgos no solo con palabras. De este modo, el escritor nos sugiere la mirada, tal como lo haría cámara en mano.
En múltiples situaciones del libro debemos permanecer alertas, pues parten de una proyección subjetiva de personajes sumidos en una hiperrealidad confusa e inconexa –se sabe del despertar de clonados amnésicos– que dejan emerger el afán mayor de unos sobre otros: la posesión. ¿Cuánta relación no habrá entre que el niño Iván se lamentase de las olas que destruían los complicados castillos levantados en la arena, el test realizado a sus ocho años en el que la palabra “muerte” le sugería “mar”, y el hecho de que pida a Marina (véase el nombre) que deje ondear su cabello como el mar, donde la termina (o comienza) viendo muerta?
Sobrecoge el misterioso objeto rojo –especie de flauta–, y cucarachas, siempre las cucarachas, y siempre rojas. Destaquemos además la insatisfacción de Iván, Heber, Azucena, Remy, Fernando, Miguel, Marina; ese caos total con el que lidian puede corresponder al desmesurado desarrollo industrial que hace peligrar el planeta; o a las consecuencias inútiles de los inútiles proyectos por crear “hombres nuevos”, pero es también una circunstancia que nos acompaña siempre a los seres humanos. Porque en esa primera imagen de un cuerpo flotando, inerte, en el mar, identificamos la incógnita de una náufraga sumida en el sueño de otra vida lejos de la tierra firme que conoce. Con Mar rojo, mal azul, la extraña originalidad de Miguel Coyula ha alcanzado la dimensión de literatura.
Posdata de 2014: Al repasar este prólogo a Mar rojo, mal azul, incluí algunas de las notas leídas en el lanzamiento de la novela, el sábado 19 de octubre de 2013, en The Place, de Miami. Llegando a esa línea final en que hablo de Coyula y su “extraña originalidad”, advierto que ya en la presentación a una entrevista publicada en Surco Sur, en 2011, lo había referido como un “director desconcertante”. Aquel mismo año, en una crítica titulada “Memorizar”, afirmé que él representaba en el cine cubano una “singularidad rayana en la anomalía”. Aunque creo haber sido claro en no aludir solo a cualidades de Coyula como su rebeldía e independencia, quizás dejé un tanto demasiado implícito el elogio a su inteligencia y talento. Sentado en el suelo de una abarrotada sala Mundo Nuevo, en la ciudad de Camagüey, en 2010, durante el estreno de Memorias del desarrollo —primera obra suya que veía–, me percaté de estar visionando una gran película; para más, hecha por un cubano; y, más aún, por alguien de mi generación.
El lunes 17 de julio Lola me hizo llegar este mensaje, escrito para dejar constancia de su posicionamiento en relación a los últimos acontecimientos ocurridos en el ICAIC y en la Escuela Internacional de Cine. Con el permiso de Lola, comparto este importante posicionamiento, esperando que contribuya a generar consensos en la sociedad cubana.
MI OPINIÓN
Intente quedarme callada pero realmente eso sería un acto más de aceptación con lo que no estamos de acuerdo.
Muchos conocen la historia y los detalles de los momentos que me han tocado vivir, a pesar de esto hemos seguido adelante por dos cosas fundamentales en nuestras vidas: la Patria y el Cine Cubano. Y hablo en plural porque desde luego Julio García Espinosa corre por mis venas y mi corazón.
No es posible en tiempos tan difíciles como los que vivimos se tome una decisión sin que todos, absolutamente todas y todos los trabajadores, técnicos, personal de oficina, de la administración y los servicios, todas las mujeres y los hombres, y nosotros los que por el momento no nos han considerado de la CREACIÓN, no tengamos la oportunidad de compartir y expresar nuestro criterio en decisiones tan importantes como es la salida del Presidente del ICAIC, Ramón Samada.
No quiero entrar en discusión sobre la censura, sobre el Fondo de Fomento, sobre la actual producción del cine cubano, todo esto y más es un camino que debemos seguir trabajando y alcanzando decisiones nuevas, frescas para el desarrollo del cine y de la cultura nacional. Lo que pido ahora es que se escuche mi criterio, el de mis compañeros de la Cinemateca de Cuba, el del personal administrativo, el de los cines que nuevamente nos toca atender, en fin todos y todas las que cada día hacemos lo nuestro por mantener y sobre todo defender la institución cultural que Fidel fundará, a la vez que decretaba la ley de Reforma Agraria. Eso no fue un acto de amiguismo del Comandante en Jefe, con su luz eterna se dio cuenta de inmediato lo que significaba esa decisión.
Desde entonces y hasta hoy el ICAIC vive una permanentemente lucha de oleada de funcionarios ,
que quieren destruirlo, y que se asustan ante la posibilidad de que salten jóvenes y no tan jóvenes que tengan criterios, posiciones y combates por mantener el “Nuevo Cine Latinoamericano “ en este caso cubano, parafraseando a Fernando Birri.
No acepto y no aceptaremos la salida de un hombre, de un amigo, de un luchador como Ramón Samada. Este hombre llegó un día al ICAIC se descamisó y puso su noble pecho a ”aprender haciendo”.
Escuchó a todas y todos, tropezó y se levantó, dedico el día entero a trabajar por salir adelante en la producción, en las salas de cine, en el trabajo con las provincias, en todo y cada uno de los problemas que recibió apenas bajándose del elevador en el séptimo piso.
Pido que nos den la oportunidad de expresar y discutir nuestros criterios. Quizás Samada no comparta esta propuesta, pero nosotros queremos compartir, como siempre, la decisión final.
Dolores (LOLA) Calviño
Vicedirectora de la Cinemateca de Cuba y trabajadora del ICAIC desde 1974
La Habana, Domingo 16 de julio-2023.
HAY SOL BUENO…
Texto: Luis Trápaga
Diseño de ilustración: Ángel Hernández
En La Habana y Miami, enero de 2023
Hay sol bueno y mal de espuma y Pilar quiere absorber arena fina, la
niña ya no luce divina y nadie la besa, se llena sus pulmoncitos de
arena y declama frente al mar: Martí se ha puesto clandestinamente
de moda y todos lo queremos mucho, lo amamos profundamente con
nuestro corazón ensangrentado.
Y Pilar quiere, antes de morir, con
Patria y con amo, llenar de versos mi palma.
Hoy, 28 de enero, al tragarse por accidente un sombrerito de plumas,
Pilar dio a luz un gallopinto ensangrentado. Había quedado embarazada
una noche después de una pesadilla en la que era violada por una
manada de aves de corral de sexo indefinido, logró salvar la vida
gracias a que intervinieron en su auxilio dos ciudadanos, transeúntes
ocasionales, quienes después fueron acusados por las autoridades de
haber violado a Pilar, las pruebas contra ellos consistían, aparte de
su sospechosa diferencia racial, en que al ser capturados en su huida
estaban empapados de la sangre menstrual de Pilar, y fueron salpicando
toda la ciudad con dicha sangre putrefacta causando el terror y la
posterior indignación de los vecinos ante un acto tan deleznable como
es la adicción a beber sangre menstrual de niñas con conflictos
psicológicos de identidad. Un bigote revuela orondo sobre la cabeza
de Pilar que viene y va, la niña lo confunde con una mariposa y lo
atrapa con su vestidito de flores, lo encierra en una pecera de
cristal y lo oculta en su habitación, pasa con él los mejores momentos
de su adolescencia solitaria, escribe un día en su diario contemplando
el bigote revoletear en su pecera: “yo soy un hombre sincero nadando en
arena fina, nado y nado durante años sin avanzar más que unos
centímetros, pero no cejo en mi empeño, he sentido la arena durante
años correr y correr por todo mi cuerpo, mis senos han crecido bañados
en arena, mi condición física y emocional no puede ser igual que la de
ninguna de mis condiscípulas, pero me cuido mucho que se haga notar
esa diferencia”.
Pilar entra en conflicto con sus pocos adeptos luego
de ser objeto de un acto de repudio al declarar que el mensaje de su
obra, La mariposa marina, era una respuesta al recrudecimiento del
bloqueo espiritual del PCC hacia Cuba y que tenía una marcada
influencia del famoso poema épico judío “Das Kapital”. Su último
intento de lograr algún contacto social antes de la profunda depresión
que la llevó a su fin fue intentar crear una fundación contra el
hábito de fumar tabacos cosechados en suelo extranjero.
La maldita
circunstancia del café por todas partes nos obliga a estornudar
picadura continuamente, generando una alergia crónica en toda una
generación de nuestros niños que han sido contagiados por el hábito de
solo fumar tabaco cultivado en suelo patrio, declaro.
Una noche, meses
antes de su fallecimiento, Pilar se sintió poseída por una doncella
barbada de yeso, la doncella se presentó como su oráculo personal, y
Pilar le preguntó: Your majesty, when we will destroy this earth? A lo que la
doncella respondió: Later, I´d like to use before my imagination. Esa
frase provocó el último orgasmo que Pilar recuerda haber tenido en su
corta vida de doncella virgen.
Pilar muere otro día de enero al ser
agredida por desertores de la secta clandestina oficial Los eunucos de
Rosa. Se desconoce la locación exacta de su sepulcro donde nunca ha
habido un ramo de flores y menos una bandera. Años después el
Vaticano y la OMS rechazaron la propuesta de que Pilar fuera
canonizada por su supuesto alumbramiento en virginidad, aludiendo
incesto inter especies además de no constar pruebas suficientes ni
teológicas ni científicas que pudieran sustentar dicha propuesta.
Si eres de las personas que te gusta tener toda la información de un personaje de ficción, y en este caso eres admirador de Mario Conde, el ex policía sentimental y metido a librero de ocasión, tenemos una buena noticia para ti: la antología Regreso a la isla en negro. Nuevos relatos de crimen y enigma, se abre con un relato cuasi inédito (apareció en el diario español El Mundo en 2015) del mencionado personaje.
Siguiendo la estela de Conde, tenemos su nacimiento en la novela Pasado perfecto, 1991 (serie Mario Conde #1), seguida por Vientos de cuaresma, 1994 (serie Mario Conde #2), Máscaras, 1997 (serie Mario Conde #3), Paisaje de otoño, 1998 (Serie Mario Conde #4), Adiós Hemingway (serie Mario Conde #5), La neblina del ayer, 2005 (serie Mario Conde #6), La cola de la serpiente, 2011 (serie Mario Conde #7), Herejes, 2013 (serie Mario Conde #8; La transparencia del tiempo, 2018 (serie Mario Conde #9); y su última obra, actualmente presentada mundialmente, Personas decentes, 2022 (serie Mario Conde #10).
La buena noticia es que este mismo 2022, la antología Regreso a la isla en negro publicó el relato Cuestiones de familia, una breve aparición (o no tan breve, para ser un relato) de Conde en lo que parece ser un sencillo problema familiar.
Puedes encontrarlo, bajo pedido, en: https://huronazul.es/product/regreso-a-la-isla-en-negro-nuevas-historias-de-crimen-y-enigma/ y en tu librería favorita. Si lo quieres ver y tocar primero, las librerías Estudio en escarlata y Juan Rulfo FCE de Madrid lo tienen en sus estantes.
Marcial Gala
Clarín.com Revista Ñ
22/04/2022
La literatura cubana contemporánea parece una fragata que flota en el mar de las imposibilidades, resiste o trata de resistir cuando tantas circunstancias, como olas que explotan contra el maderamen, obligan a sus creadores a preguntarse de continuo para qué. Y es que Cuba pocas veces ha atravesado una época tan desesperanzadora como ahora, pocas veces el proyecto nacional cubano fue tan mediocre, tan llamado al fracaso, nunca antes hemos estados tan desencontrados los cubanos. Un ejemplo son esos juicios que no tienen el mínimo amago de justicia y que hacen que el calificativo “kafkiano” haya quedado obsoleto. De cinco a veinte años de privación de libertad por salir con un cartel y gritar dos veces. “Si gritas tres veces te condenan a treinta”, piensa uno. Es vergonzoso ese estado de cosas y deja en el aire la pregunta ¿Cuál es el papel del escritor cubano luego de los sucesos del 11 de julio? Es una interrogante sin respuesta porque el papel del escritor es seguir creando como puede.
Justo ahora hay una pléyade de autores cubanos, tanto de dentro como de afuera del archipiélago, que intenta crear una literatura post castrismo, dejando atrás eso que quedó inconcluso, tambaleante y crujiente y que muchos llamaron la “literatura de la revolución”. Yo pienso que esa nueva literatura está marcada por dos fechas, una por la llegada del ultimo político que fue popular en Cuba, Barack Obama, que muchas veces pareció más presidente del país que los propios Raúl Castro y Díaz Canel, y otra por los sucesos del 11 de julio: la primera vez que el pueblo cubano vio en vivo y a todo color lo que les esperaba a aquellos que se atrevieran a darle la espalda al cacareado proyecto actual, cuyo principal lema es “somos continuidad”. “La orden de combate está dada”, había expresado con tono amenazador el presidente de Cuba y eso significó un estallido de violencia y de represión como nunca se había visto en la isla.
Después de ese 11 de julio algo cambió para la gente en Cuba, incluyendo a autores y artistas. Los juicios de condenas desproporcionadas, del todo ridículas por la falta de valor jurídico (condenas que recuerdan mucho incluso en la palabra empleada “sedición” al despotismo de la España colonial), vinieron a acentuar la sensación generalizada de desesperanza; por tanto, para mí la literatura que escriben ahora mismo los cubanos es una literatura de la desesperanza, del desencanto y la desilusión, y de intentar, aunque sea en la hoja en blanco, que Cuba deje de ser esa nación que cayó al otro lado del espejo con gobernantes que se portan como un engendro del sombrerero loco y la reina de naipes.
Mencionemos algunos nombres que me gustaría que asistieran a esta feria, hagamos una especie de equipos rojo y azul o sea de escritores de adentro y de afuera con la esperanza de que el lector argentino logre leerlos y con la aún más remota ilusión de que algunos de esos libros se encuentren en el, diezmado literariamente pero muy politizado, stand de Cuba y en el pequeño stand que un grupo de intelectuales cubanos residentes en Argentina abrirán durante la feria.
Empecemos por el equipo rojo, narradores , ensayistas y poetas de adentro, donde además de los insumergibles Leonardo Padura, Wendy Guerra y Pedro Juan Gutiérrez, debemos mencionar a la muy talentosa Ena Lucía Portela, Ángel Santisteban, Ahmed Echevarría, que pronto publicará una novela con la editorial Corregidor; Alberto Guerra, José Luis Serrano, Pedro de Jesús, Atilio Caballero, Elaine Vilar Madruga, Rafael Vílchez Proenza, Jámila Medina, Margarita Mateo Palmer, Carlos Esquivel y Alberto Garrandez, Alberto Abreu y Roberto Zurbano entre muchos. A la feria asistirá Julio Travieso cuya novela El polvo y el oro sorprendió a tantos en Cuba por su soberbia calidad.
En el equipo azul yo colocaría a Jorge Arcos, un poeta de primera que vive y trabaja en Bariloche, Antonio José Ponte, Legna Rodríguez, Dayneris Machado Vento, Carlos Manuel Álvarez, Armando Valdés Zamora, Abilio Estévez, Karla Suarez, Ronaldo Menéndez, Susette Cordero, Iván de la Nuez, Enrique del Risco, Rafael Rojas, Amir Valle y algunos más entre ellos a mi amigo Arturo González Dorado, fino novelista y ensayista domiciliado en Gran Bretaña.
Esta es una lista injusta como todas las listas, pero confío que los lectores puedan encontrar libros de estos autores y de otros en la feria y en las librerías.
La Habana, 28 de enero de 2022
Por Luis Trápaga
Hay sol bueno y mal de espuma y Pilar quiere absorber arena fina, la niña ya no luce divina y nadie la besa, se llena sus pulmoncitos de arena y declama frente al mar: Martí se ha puesto clandestinamentis de moda y todos lo queremos mucho, lo amamos profundamente con nuestro corazón ensangrentado. Y Pilar quiere antes de morir con patria y con amo, llenar de versos mi palma.
Hoy, 28 de enero, al tragarse por accidente un sombrerito de plumas, Pilar dio a luz un gallopinto ensangrentado, había quedado embarazada una noche después de una pesadilla en la que era violada por una manada de aves de corral de sexo indefinido, logró salvar la vida gracias a que intervinieron en su auxilio dos ciudadanos, transeúntes ocasionales, quienes después fueron acusados por las autoridades de haber violado a Pilar, las pruebas contra ellos consistían, aparte de su sospechosa diferencia racial, en que al ser capturados en su huida estaban empapados de la sangre menstrual de Pilar, y fueron salpicando toda la ciudad con dicha sangre putrefacta causando el terror y la posterior indignación de los vecinos ante un acto tan deleznable como es la adicción a beber sangre menstrual de niñas con conflictos psicológicos de identidad.
Un bigote revuela orondo sobre la cabeza de Pilar que viene y va, la niña lo confunde con una mariposa y lo atrapa con su vestidito de flores, lo encierra en una pecera de cristal y lo oculta en su habitación, pasa con el los mejores momentos de su adolescencia solitaria, escribe un día en su diario contemplando el bigote revoletear en su pecera: yo soy un hombre sincero nadando en arena fina, nado y nado durante años sin avanzar más que unos centímetros, pero no cejo en mi empeño, he sentido la arena durante años correr y correr por todo mi cuerpo, mis senos han crecido bañados en arena, mi condición física y emocional no puede ser igual que la de ninguna de mis condiscípulas, pero me cuido mucho que se haga notar esa diferencia.
Pilar entra en conflicto con sus pocos adeptos luego de ser objeto de un acto de repudio al declarar que el mensaje de su obra “la mariposa marina” era una respuesta al recrudecimiento del bloqueo espiritual del PCC hacia cuba y que tenía una marcada influencia del famoso poema épico judío “Das Kapital”, su último intento de lograr algún contacto social antes de la profunda depresión que la llevo a su fin fue intentar crear una fundación contra el hábito de fumar tabacos cosechados en suelo extranjero -la maldita circunstancia del café por todas partes nos obliga a estornudar picadura continuamente, generando una alergia crónica en toda una generación de nuestros niños que han sido contagiados por el hábito de solo fumar tabaco cultivado en suelo patrio, declaro-.
Una noche, meses antes de su fallecimiento, Pilar se sintió poseída por una doncella barbada de yeso, la doncella se presentó como su oráculo personal, y Pilar le preguntó: your majesty when we will destroy this earth? La doncella respondió: Later, Id like to use before my imagination. Esa frase provocó el último orgasmo que Pilar recuerda haber tenido en su corta vida de doncella virgen.
Pilar muere otro día de enero al ser agredida por desertores de la secta clandestina oficial “Los eunucos de Rosa”, se desconoce la locación exacta de su sepulcro donde nunca ha habido un solo ramo de flores y menos una bandera. Años después el Vaticano y la OMS rechazaron la propuesta de que Pilar fuera canonizada por su supuesto alumbramiento en virginidad, aludiendo incesto interespecies y que no constaban suficientes pruebas ni teológicas ni científicas que pudieran sustentar dicha propuesta.
Parque del Retiro de Madrid, del 10 al 26 de septiembre de 2021
A partir del viernes 10 por la tarde, y durante toda la Feria, en la caseta de la Librería Juan Rulfo FCE, podrás encontrar todos los títulos de Ediciones Hurón Azul. Además, los siguientes títulos estarán disponibles físicamente en la caseta:
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