«Mural de poesía cubana» en «El marcapáginas de Gestiona Radio», 12 de septiembre de 2015

Desde los orígenes al vanguardismo

El sábado 12 de septiembre se emitió en directo un coloquio sobre la cuasi antología «Mural de poesía cubana», una primera propuesta para adentrarse en la poesía insular desde sus orígenes hasta el vanguardismo del siglo XX.

Elmarcapáginas

En la tertulia radiofónica participaron: el conductor, David Arranz; el autor, en conexión directa desde La Habana, Virgilio López Lemus; el responsable de la Colección Cuba de ediciones La Palma, Ignacio Rodríguez; y los contertulios Antonio Domingo y Ricardo Guerrero.

heredia

David Arranz, además de conducir la tertulia, leyó varios de los poemas, entre ellos «Oda a la piña» de Manuel de Zequeira y Arango, «Niágara» de José María Heredia, «Al partir» de Gertrudis Gómez de Avellanada, «Hierro» de José Martí o «Proclama» de José Talet.

Virgilio López Lemus profundizó en la construcción de la identidad nacional cubana a través de la poesía, desde los mismos tiempos de «Espejo de paciencia» (s.XVII), y recalcando la importancia de los elementos identitarios en poemas como los de Heredia (s.XIX), siendo un medio de expresión del pueblo naciente, que se refuerza con la contribución a la creación del Modernismo que realiza José Martí.

Como colofón de la tertulia, autor y editor se comprometieron a trabajar en una segunda edición ampliada para 2016.

VLL

Les invitamos a oír la tertulia íntegra en el siguiente enlace:

http://www.gestionaradio.com/26019-el-marcapaginas-david-felipe-arranz-2-2015-09-12-200000-256kbps-mp3/

Dirige y presenta: David Felipe Arranz

Correo electrónico: elmarcapaginas@gestionaradio.com

CUBA: MEMORIA Y DESOLVIDO, por José Antonio Michelena (prólogo de Leonardo Padura)

Un pirata cubano
El nombre del cubano Diego Grillo aparece en la historia de la piratería vinculado a los célebres Francis Drake (inglés) y Cornelius Pata de Palo Jol´s (holandés), pero mientras estos fueron encumbrados por los gobiernos de sus naciones, el criollo fue hasta el fin de su existencia un paria fuera de la ley. Por eso su vida es una leyenda dibujada a retazos, en la que asoma y se pierde en escenarios y tiempos diversos. Los historiadores nunca se han puesto de acuerdo a la hora de contar sus peripecias y al parecer eso nunca será posible.
Su nacimiento, dicen, ocurre en La Habana hacia 1557. Sus padres serían un innombrado español y una negra esclava. Muy dura debió ser su niñez porque huyó tempranamente de la ciudad. No hacia el monte, como los cimarrones, sino hacia el mar, en busca de otros horizontes. Embarcó de grumete en una nave española y durante un tiempo no hay memoria de su existencia, solo especulaciones de que fue hacia Campeche (México) donde se habría aliado a corsarios holandeses.
Una construcción hecha sobre la base del testimonio del marino portugués Nuño de Silva destaca su vínculo con Francis Drake. Dice de Silva, quien fuera hecho prisionero por Drake en 1578 en costas africanas, que este traía consigo un negrito nombrado Diego, que hablaba español e inglés, al que habría apresado siete años antes a bordo de un galeón español frente a Nombre de Dios. Siguiendo esta versión, Diego sería tomado bajo la tutela del famoso Francis Drake, quien los instruiría, al más alto nivel, en las artes de la navegación, el corso y la piratería. Al lado del marino británico, el mulato isleño se haría un aventajado navegante, al tiempo que mostraría valor y arrojo en los combates.
Son contradictorias las historias de Grillo junto a Drake. Algunas lo sitúan junto al famoso corsario inglés hasta fines del xvi (1596). Si así hubiera sido, el cubano lo habría acompañado en suvuelta a la tierra entre 1577 y 1580. Debe tenerse en cuenta que Drake fue nombrado vicealmirante de la escuadra británica y pasó en Irlanda el año de 1575. Al año siguiente la reina le encomienda una expedición corsaria para operar en las costas americanas del Pacífico. A partir de 1577 comienza una aventura que involucra las naves Pelican, de sir John Hawkins; el Elizabeth, de sir William Winter; el Marigold, el Benedict y el Swan, toda una flota que suponía ir en busca de un continente que se creía existiese en el Océano Pacífico, denominado «Terra Australis Incognita».

(…)

Extracto del libro «Cuba: memoria y desolvido» de José Antonio Michelena, segundo volumen de la Colección Cuba de ediciones La Palma (julio de 2015).

Entregamos «Mural de poesía cubana» a Leonardo Padura. Librería Rafael Alberti, Madrid

Padura MB

Esta noche Leonardo Padura presentó su libro de relatos «Aquello estaba deseando ocurrir» en la librería Rafael Alberti de Madrid. Lamentablemente habló más un contertulio español que el propio Leonardo, invitándole a hablar de Hemingway, de sus pintores favoritos, y de la capital de Cuba, temas sin duda apasionantes si no fuera por el extenso prólogo del introductor.

En medio de la conversación, y pese a ridiculizar Padura a un presentador portugués tras preguntarle por Fidel Castro en la televisión hace unos días, él mismo se metió en la arena política con el asunto del «resablecimiento de las relaciones», demostrando que todo cubano necesita hablar de lo Único (que no es el sexo ni siquiera la pelota).

También es entendible: hablar de literatura cubana te lleva a hablar de La Habana, hablar de La Habana te lleva a hablar de su ruina, y hablar de la ruina de La Habana te lleva a hablar del futuro y hablar del futuro de La Habana… ¿Tengo que seguir?

Después de comprar el libro me puse en la cola de las firmas, en el último lugar. Varias señoras jubiladas o a punto de hacerlo habían recabado su autógrafo entre laudatorios comentarios que Padura parecía escuchar con indulgencia y algo de sueño. Aunque no había descartado por entero pedirle que me firmara el libro, aquello terminó de convencerme de que no debía repetir el ritual.

Cuando llegué a la mesa donde firmaba alejé su libro de su alcance y le pedí permiso para regalarle un par de libros a él: «Mural de poesía cubana», recién salido de la imprenta como homenaje a la poesía «clásica» insular; y por supuesto»Malditos bastardos», que ediciones La Palma editó el pasado año en España sobre nueva narrativa cubana.

Padura, según él mismo afirma, desconoce en gran medida (ver el artículo «Cuba song» de Ignacio Echevarría) lo relacionado con la nueva creación literaria en la isla. El motivo es comprensible: lo reducido del tiempo humano. Revisó los libros haciendo alguna pregunta (el cuidador de la edición de «Mural de poesía cubana» es uno de sus editores en la isla). Al final se mostró un poco más frío. Imagino que el descubrimieno de la alusión a su persona en la portada de «Malditos bastardos» fuera la causante del repliegue de su inicial apertura, al generarle dudas sobre mis intenciones. Pero aseguro que eran amistosas.

Cuando salí de la librería vi que Padura cogía los libros de la mesa. Espero saber algún día qué piensa Padura de los malditos bastardos de G. y del homenaje poético insular, para él seguramente tan antiguo.

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Luis Antonio de Villena sobre «Mural de poesía cubana»

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Decadencias

Luis Antonio de Villena

MURAL DE POESÍA CUBANA

Digámoslo claro: en este momento no existe especialista que pueda seguir no ya la literatura, sino ni la poesía tan siquiera que se escribe en el mundo en español.  Habrá que tener (necesariamente) una idea global del conjunto, pero se puede saber –y hasta entender- que hay profesores universitarios especialistas en “literatura mexicana”, por ejemplo… Creo que son en este momento (y desde el siglo XIX) cuatro los grandes centros desde los que irradia la inmensa poesía en español: Argentina, Chile, México, España y probablemente Cuba. Aunque quede muy cerca Perú, Nicaragua… Es difícil.  Quizá llame la atención Cuba, por su insularidad y porque habiendo grandes prosistas (Martí, Alejo Carpentier, Lezama, Virgilio Piñera, Cabrera Infante…) es en la poesía –parece- donde Cuba sobresale más. Un cubano exilado –ya sabemos lo de las dos Cubas pero una literatura obviamente única- acaba de publicar  (Ediciones La Palma) una breve y muy bien hecha, dentro de sus límites estrictos, antología de la poesía cubana, desde sus orígenes  -la inevitable oda “A la piña” de  Manuel de Zequeira y Arango, muy dieciochesca, cuando finaliza ese siglo y comienza el siguiente- hasta los vanguardismos de la medianería del siglo XX: Juan Marinello, Regino Pedroso (que era medio chino)  o el muy purista (de “poesía pura”) Mariano Brull…

Se me dirá que falta toda la gran poesía que desde “Orígenes” llega hasta hoy mismo: Lezama, Baquero, Vitier, Carilda Oliver, Antón Arrufat, Díaz Martínez o Raúl Rivero, seguro que entre muchos más. Pero lo que quiere demostrar la pequeña y astuta “Mural de poesía cubana” de Virgilio López Lemus, es la riqueza y singularidad de la poesía de la isla (consciente de la singularidad frutal mucho antes que de su independencia) con exóticos nombres neoclásicos que mezclan al latino Horacio con el mamey y la papaya, grandes románticos, como el gran José María Heredia de “El Niágara” o más delicados cual el casi becqueriano  Juan Clemente Zenea, pasando por la dama que nacida en Cuba vivió casitoda su vida en España, Gertrudis Gómez de Avellaneda.  Un romanticismo amplio que sabe llegar  a las décimas populares criollas y luego, enorme, la gran eclosión modernista de José Martí, espléndido escritor que los escolares españoles estábamos casi obligados a ignorar (pese a su nada escaso amor aEspaña) porque buscó la independencia, Julián del Casal –el gran lujo primero de la poesía cubana, epítome del decadentismo  “Amo el bronce, el cristal, las porcelanas…”-, Juana Borrero y luego un ausente acaso por populismo,  José Ángel Buesa, popular sonetista de muy buen hacer, en una poesía (la cubana) llena de espléndidos sonetos. Por cierto, ¿hay hoy fuera de los cantautores, que son otra cosa, poetas tan radicalmente populares como fue Buesa en la isla?  Claro, una pequeña antología, pero sabia, porque deja el apetito abierto hacia los dos lados, y porque nos muestra una muy rica poesía, que aunque conectada con la total del idioma, bien podría estudiarse en sí misma, como le pasa a las otras grandes hispánicas, incluida la española. ¿Cómo valorar la rica y plural poesía cubana de hoy, sin recorrer siquiera este sucinto mural?  “Más suave que pera/en Cuba es la gratísima guayaba…” Ahí está.

Miércoles, 4 de marzo de 2015

Villena

«Mural de poesía cubana» en las librerías de España

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Amigos, amigas,

recién salido de la imprenta: Breve antología poética que abarca desde los orígenes de la cubanidad hasta la primera mitad del siglo XX a cargo del poeta y académico cubano Virgilio López Lemus.

Estos son los poetas (y los poemas) antologados:

Manuel de Zequeira y Arango: A la piña; Manuel Justo de Rubalcava: Silva cubana; José María Heredia: Niágara; Gabriel de la Concepción Valdés Plácido Plegaria a Dios; José Jacinto Milanés: La fuga de la tórtola; Gertrudis Gómez de Avellaneda: Al partir; Rafael María de Mendive: La gota de rocío; Joaquín Lorenzo Luaces: La muerte de la bacante; Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé: A Rufina. Invitación segunda; Juan Clemente Zenea: En días de esclavitud. II; Luisa Pérez de Zambrana: La vuelta al bosque; Isaac Carrillo O’farrill: Connais-tu le pays?; Mercedes Matamoros: La muerte del esclavo; José Martí: Hierro; Enrique Hernández Miyares: La más fermosa; Bonifacio Byrne: Mi bandera; Julián del Casal; Páginas de vida; Federico Uhrbach: Campanas de Noël; Juana Borrero: Apolo; Regino E. Boti: Funerales de Hernando de Soto; René López; Barcos que pasan; Hilarión Cabrisas: La lágrima infinita; Agustín Acosta; Las carretas en la noche; José Manuel Poveda; Sol de los humildes; Mariano Brull: Yo me voy a la mar de junio; Manuel Navarro Luna: ¡Adelante!; Gustavo Sánchez Galarraga: Meditación; José Z. Tallet: Proclama; Regino Pedroso: Yuan Pei Fu despide a su discípulo; Juan Marinello: Soneto imperfecto para la frente de Pepilla Vidaurreta; Rubén Martínez Villena: El gigante

Mural de poesía cubana, desde sus orígenes al vanguardismo

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Desde La octava Isla les presentamos el primer número de la Colección Cuba, un proyecto nacido en la Feria del Libro de La Habana del (todavía) 2014. El libro que ahora está en imprenta trata de conjugar el pasado poético de la editorial con la apertura a otros ámbitos creativos, como son la crónica, los cuentos, la novela, la fotografía.

Mural de poesía cubana, desde sus orígenes al vanguardismo, es una aproximación a la mejor poesía cubana, comenzando en este primer volumen por Manuel de Zequeira y Arango y deteniéndose en Rubén Martínez Villena. La selección e introducción fue realizada por Virgilio López Lemus, poeta y ensayista, académico titular de la Academia de Ciencias de Cuba.

Este libro es un recorrido por la lírica cubana desde sus orígenes hasta el vanguardismo; una muestra integrada por más de treinta autores y autoras que representan, al entender del académico, la mejor poesía de la isla en el largo periodo que va desde finales del siglo XVIII hasta la primera mitad del XX. Ilustra cómo se asienta y desarrolla una tradición  insular en el género y cómo se expresa desde temas diversos, en movimientos y corrientes diversas.

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Breves extractos dichos por un amigo lejano

JOSÉ Z. TALLET

(1893-1989)

(…) Quise en mi tiempo romper unos cuantos eslabones,

y me expresé en mi tiempo con palabras distintas,

y fui precursor en mi tiempo de lo que era diferente y contrario de ayer.

Hoy estoy solo, absolutamente solo,

y no soy de mañana ni de ayer. (…)

 Proclama

RUBÉN MARTÍNEZ VILLENA

(1899-1934)

¿Y qué hago yo aquí donde no hay nada

grande que hacer? ¿Nací tan sólo para

esperar, esperar los días,

los meses y los años? (…)

El gigante

HILARIÓN CABRISAS

(1883-1943)

(…)Esa!… La que en el alma llevo oculta;

la que no salta afuera ni se expande

en la pupila; la que a nadie insulta

en un alarde de dolor: La grande, (…)

La lágrima infinita

JOSÉ MARTÍ

(1853-1895)

(…)Mi mal es rudo; la ciudad lo encona:

Lo alivia el campo inmenso: ¡Otro más vasto

Lo aliviará mejor! –Y las oscuras

Tardes me atraen, cual si mi patria fuera

La dilatada sombra. ¡Oh verso amigo:

Muero de soledad, de amor me muero! (…)

Hierro

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Prólogo de Virgilio López Lemus a «Mural de poesía cubana» (extracto)

Prólogo
La poesía no tiene otra nacionalidad que la del mundo, la humana creatividad en él. Pero los poetas han nacido en alguna región o país, lo que suele ser más limitado que el ámbito de un idioma tan extendido como el de Cervantes. La poesía de los poetas de Cuba tiene sus marcas nacionales propias, ya sean temáticas o incluso de preferencias formales, de lenguaje y hasta de actitud vital ante la aprehensión poética del mundo. La tradición en literatura no se explica por lo tradicional en su sentido conservador o repetitivo, sino por alcanzarse una línea de intensidad que permita sostener un patronímico, por ejemplo el de cubano, como identidad de tipo cultural que diferencia sus multiplicidades expresivas de cualquier otredad o alteridad con la que pueda ser comparada. La mismidad literaria cubana se manifiesta con mucha precisión desde que existe una poesía escrita consecutivamente por varios autores desde el final del siglo xviii y que ha continuado escribiéndose sin interrupción hasta nuestros días…

Desde los orígenes al vanguardismo
Desde los orígenes al vanguardismo

Índice de poetas «Mural de poesía cubana»

Manuel de Zequeira y Arango
A la piña

Manuel Justo de Rubalcava
Silva cubana

José María Heredia
Niágara

Gabriel de la Concepc ión Valdés, Plácido
Plegaria a Dios

José Jacinto Milanés
La fuga de la tórtola

Gertrudis Gómez de Avellaneda
Al partir

Rafael María de Mendive
La gota de rocío

Joaquín Lorenzo Luaces
La muerte de la bacante

Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé
A Rufina. Invitación segunda

Juan Clemente Zenea
En días de esclavitud. II

Luisa Pérez de Zambrana
La vuelta al bosque

Isaac Carrillo O’farrill
Connais-tu le pays?

Mercedes Matamoros
La muerte del esclavo

José Martí
Hierro

Enrique Hernández Miyares
La más fermosa

Bonifacio Byrne
Mi bandera

Julián del Casal
Páginas de vida

Federico Uhrbach
Campanas de Noël

Juana Borrero
Apolo

Regino E. Boti
Funerales de Hernando de Soto

René López
Barcos que pasan

Hilarión Cabrisas
La lágrima infinita

Agustín Acosta
Las carretas en la noche

José Manuel Poveda
Sol de los humildes

Mariano Brull
Yo me voy a la mar de junio

Manuel Navarro Luna
¡Adelante!

Gustavo Sánchez Galarraga
Meditación

José Z. Tallet
Proclama

Regino Pedroso
Yuan Pei Fu despide a su discípulo

Juan Marinello
Soneto imperfecto para la frente de Pepilla Vidaurreta

Rubén Martínez Villena
El gigante

Desde los orígenes al vanguardismo
Desde los orígenes al vanguardismo

Virgilio López Lemus

Virgilio López Lemus (Fomento, Cuba, 1946) es poeta y ensayista. Ha publicado una treintena de libros de ambos géneros en varios países así como 12 antologías poéticas. Es Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba y, entre los numerosos premios literarios recibidos, cuenta con el «Millares Carlo» de ensayo de humanidades en 2003, otorgado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España y el Gobierno de Canarias.

VLL

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