Sí, NO SABE/ NO CONTESTA es un libro promiscuo. Esa es la marca de Legna Rodrígez Iglesias, que en vez de escribir “cuentos”, “novelas” o “poemarios”, dice que no, que “preferiría no hacerlo”, como Bartleby, y publica libros bastardos, degenerados, y gana concursos con su depravación literaria. Sus historias son el reino del desperfecto: nada funciona, secretos atroces revientan como pólvora, el amor disfraza el despotismo o la perversión, los padres atormentan, someten o literalmente destruyen a los hijos, la atmósfera es irrespirable. Pero Legna tiene la prosa, la agilidad y la falta de escrúpulos de una infante terrible.
Engalanado con las “desviaciones” que ningún censo se tomaría el trabajo de registrar, NO SABE/ NO CONTESTA es un libro neurótico. De hospital. Sus quince historias son para perder el juicio.
(Prescripción médica: un comprimido de Carbamazepina –o cualquier otro fármaco anticonvulsivo– antes de leerlo.)
En contraportada: La belleza que anida en las piernas de Mabel Poblet.
Espérenlo…