Animación: la imagen que fluye. Publican Los flujos de la imagen, primer libro de animación en la isla.

'Los flujos de la imagen'

Iris Cepero

 

La reciente publicación del libro Los flujos de la imagen. Una década de animación independiente en Cuba (2003-2013), de la comisaria, crítica e investigadora cubana Caridad Blanco marca un hecho inédito en Cuba al ser el primer libro que analiza la animación como arte y como puente entre las artes visuales, el cine, la televisión, el diseño e internet.

El volumen parte de la exposición Las otras narraciones, inaugurada como parte del 6to Salón de Arte Contemporáneo Cubano en el 2014 y pone en su contexto el fenómeno que esta muestra, por inédita y desprejuiciada, significó en el salón mismo y en el universo expositivo de las artes cubanas de la segunda década del siglo XXI. El libro es, cinco años después, la continuidad de la visión, profundamente abarcadora, de su autora al analizar, como lo hiciera revolucionariamente la muestra en su momento, todas las creaciones donde la animación toma un rol protagónico, independientemente del formato, la generación o las militancias estéticas de sus creadores o las circunstancias en que las obras fueron creadas.

En una edición bilingüe español/inglés, con imágenes de más de 170 obras de 120 creadores cubanos, las páginas de Los flujos de la imagen incluyen videoarte, videoinstalaciones, obras interactivas, game mods, spots, mensajes de bien público, videoclips, créditos, microstock, Net.art, videoensayos, mapping y performances audiovisuales, junto a cortos animados, documentales, filmes experimentales y efectos visuales. Al también descubrir y analizar los antecedentes de la animación en Cuba y el efecto de los nuevos medios y tecnologías, el libro se convierte en una sugerente cartografía del audiovisual cubano contemporáneo; un mapa de las formas animadas en Cuba, al decir de Jorge Fernández, director del Museo Nacional de Bellas Artes al presentarlo en la XIII Bienal de La Habana el pasado mayo.

Para Caridad Blanco (La Habana, 1961), especialista del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de Cuba durante más de dos décadas y autora, con el libro le interesa “compartir un proceso que se dio en Cuba de manera puntual, socializar las particularidades de lo ocurrido en la Isla, así como poder dialogar en alguna medida con lo global en materia de animación independiente.”

Otro de los grandes valores del libro, como lo fue la exposición que es su punto de partida, es el análisis abarcador y desprejuiciado del género animación. En el libro la autora cataloga el fenómeno creador y valoriza este arte, pero sin pretensiones de antología; es una mirada integradora, sin jerarquías, una visión panorámica y analítica de esta expresión artística, sin prejuicios o preferencias.

Caridad Blanco piensa que, sin embargo, en el último lustro, se produjo —paulatinamente— una reducción significativa en el número de los trabajos, tanto en la televisión, en los estudios de animación del ICAIC, como entre los creadores independientes, si se compara con las recogidas en el libro. Las razones son diversas: económicas, de preparación de los artistas, pues la formación de un animador y de una obra es un proceso largo;  agotamiento de los artistas. No obstante, se siguen creando algunas buenas obras por realizadores que ya el libro compila y algunos emergentes.

En los últimos años, varias muestras nacionales e internacionales han dado visibilidad a las creaciones animadas cubanas, pero será la exposición Formas animadas, ya programada en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba para enero del 2021, y focalizada en la video creación y otras expresiones experimentales, la que volverá a analizar y celebrar la animación en la isla como Los flujos de la imagen hace en este momento.

 

Para más información y adquirir un ejemplar:

http://huronazul.es/product/los-flujos-de-la-imagen/

 

 

 

 

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