Bitácora de cine cubano. Tomo 4: Producción ICAIC (1960-2017). Volumen III

Compilar la vasta producción de cine documental del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), desde su fundación, el 24 marzo de 1959 hasta el año 2017 es la razón de ser de este cuarto y último tomo.

Los primeros títulos producidos en esta categoría con un carácter marcadamente didáctico- informativo para promover los logros y conquistas de la naciente Revolución, pronto ceden su paso a otros de mayor elaboración formal y una atinada conjunción de lo político y lo popular, reveladores de un conjunto de cineastas —formados sobre la marcha ante la inexistencia de una escuela de cine—, que llaman la atención desde que comienzan a participar en certámenes internacionales.

Ya en el temprano año de 1961 el jurado del  Festival Internacional de Cine Documental de Leipzig, República Democrática Alemana, otorgó un Premio al mejor programa al conjunto de filmes  cubanos,  exhibidos en el certamen.   A  partir de esa  edición del festival cada  año la presencia  del  documental  cubano  fue  subrayada  por  los  reconocimientos  recibidos,  en especial al ganar por primera vez el máximo galardón: la Paloma de Oro por Historia de un ballet (1962), de José Massip. El cronista del Tercer Mundo, Santiago Álvarez, documentalista intuitivo, se alzó cinco veces con el lauro por sus obras: Ciclón (1963), Now! (1965), considerada como  un  antecedente  del  videoclip,  Cerro  pelado  (1966),  Hanoi,  martes  13  (1967)  y  79 primaveras (1969). Otros creadores de la isla también atesoran el premio: Octavio Cortázar por el clásico Por primera vez (1968) y Orlando Rojas por el largometraje A veces miro mi vida (1982).

La  llamada  Escuela  Documental  Cubana,  marcada  por  una  gran  diversidad  estilística,  se impuso por derecho propio en la década fundacional de los años sesenta, fue consolidándose en los setenta y ochenta y en el 2009 alcanzaba la cifra de 1191 títulos.

El lenguaje documental ejerció gran influencia sobre el cine cubano de ficción —sobresalen en este sentido Memorias del subdesarrollo, La primera carga al machete (1969), de Manuel Octavio Gómez y De cierta manera (1974), de Sara Gómez—, al mismo tiempo que recursos del cine de ficción enriquecieron las propuestas de los documentalistas cubanos. Con gran derroche imaginativo y una inmersión en los más variados temas, la documentalística de la isla mayor de Las Antillas amerita por su envergadura y trascendencia el tomo íntegro que le concede la Bitácora del cine cubano.

 

Impresión: Offshet

Formato: 220x266mm

Interior: Papel 100 gr blanco impreso a una tinta.

Cubierta: Cartulina 30 gr impreso a 4 tintas por una cara con solapas de 100mm con plastificado brillo.

Encuadernación: Rústica cosido hilo.

Número de ejemplares: 500

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