En la noche de ayer, el número 0 “Malditos bastardos” de la Colección G., fue presentada en la Librería Rafael Alberti de Madrid. Frente al público se sentaron Amado del Pino, Alfredo Lima e Ignacio Rodríguez.
Amado del Pino disertó sobre los nuevos presupuestos estéticos de las escritoras y escritores antologados, analizando los relatos desde su atenta lectura y relacionándolos con otros autores insulares consagrados y la cultura cubana en general.
Alfredo Lima dramatizó uno de los relatos del volumen de “Malditos bastardos”, escogido por Amado del Pino a causa de su dramaturgia, en este caso de Legna Rodríguez: “La planificación”, que dice…
“...a esta altura de su vida, la muchacha manca continuaba enamorada de La Reina de La Prosperidad, pero La Reina de La Prosperidad había contraído matrimonio tres años y medio antes con La Mariposa Monarca y ambas vivían en México bajo el imperio de las pirámides. Otro daño irreparable: continuar enamorada de alguien que ya construyó un hogar en el cual la muchacha manca no teñía ni daba color. Desde los doce años, la muchacha manca tenía una mariposa tatuada en su brazo izquierdo…”
Gilberto Padilla presentó a sus diez malditos bastardos desde La Habana, en un escrito transgresor que fue aplaudido por los presentes. Él no estuvo físicamente pero…
“…Para averiguar qué provoca un volumen como Malditos bastardos tal vez sirva pensar en la pregunta que nos hacemos después de leerlo. Y esa pregunta no es: ¿qué quiere decir?, sino: ¿qué pasó? Es decir: la misma pregunta que nos hacemos después de un crimen, un delito, una infracción. Porque el verdadero escándalo de estos diez narradores antologados consiste en atentar contra el principio de realidad de “lo cubano”. Lisiar la verdadera plaga de balseros, jineteras y Otelos que salen cada día a contagiar a la narrativa como su ébola. Como si la literatura cubana contemporánea fuera un parque temático, una atracción especial, una reserva natural: ¡Visiten este país disfuncional! –dice la copla– ¡Concédanse el estremecimiento de la cuban experience!..”
Para el cierre del evento tuvimos la suerte de contar con la presencia del trovador David Henríquez, quien interpretó una canción inspirada en La Habana, perdón, en La Lisa.